La nutricionista Ariany Ríos Nieto explicó que el consumo regular de esta bebida permite beneficiarnos por su gran aporte de antioxidantes naturales, como los polifenoles.
Destacó que las catequinas, principales polifenoles del té, combaten la acción oxidativa de los radicales libres y luchan contra el envejecimiento celular, contribuyendo a regular los niveles de colesterol y ayudando al sistema depurativo del cuerpo a eliminar toxinas y grasas.
Los polifenoles también protegen de las enfermedades cardiovasculares, de la hipertensión y de la diabetes, así como de las infecciones y del asma.
Muchos se preguntan si la infusión y el té, son lo mismo. La profesional de la salud expuso que el té es un tipo de infusión, siendo la infusión el proceso de emplear agua caliente. Por lo tanto, agregó todos los tés son infusiones, pero no todas las infusiones son té.
“Podemos hacer infusiones de té, de raíces, de manzanilla, entre otros”, detalló.
Otra de las diferencias es que en la preparación de tés se suele esperar a que el agua hierva, en cambio en las infusiones, en las que se emplean otras plantas, se usa agua muy caliente, pero sin llegar a hervir.
La forma correcta de prepáralo depende del tipo de té, el tiempo va desde 1 a 10 minutos, se debe calentar previamente el agua y la temperatura oscila entre 65°C a 100°C
El número de tazas recomendadas es de una y dos tazas de té al día con 2.5 gramos de té cada una, es decir una bolsita o una cucharadita en cada taza, sin azúcar añadida o bebida láctea o bebida vegetal.
Un dato interesante es que el té es beneficioso para el sistema nervioso central. La teína, estimulante suave, contribuye a despejar la mente, y la L-teanina, junto con la teína, ayuda a mantener la mente activa y mejorar la concentración.
Diamar Díaz Nieto
Fuente: prensa.css.gob.pa
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