El Gourmet Urbano: Las tendencias más cool en el vino

jueves, 19 de mayo de 2016

Las tendencias más cool en el vino

Coco Chanel. "La moda no existe sólo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos"
UNA moda es un uso o costumbre que está en boga en determinado lugar durante un cierto periodo. Se trata de una tendencia adoptada por una gran parte de la sociedad, generalmente asociada a la vestimenta. La moda puede ser definida como un mecanismo que regula las elecciones de las personas ya que, por una especie de presión social, indica a la gente qué debe consumir, utilizar o hacer. La moda se convierte en un hábito repetitivo que identifica a un sujeto o a un grupo de individuos. 



Y sí, claro: el mundo del vino también está influenciado por las modas. De hecho, hay muchos vinos muy conocidos (y muy vendidos) construidos sobre sólidas campañas de marketing, más que sobre otra cosa. También el modo de vida, la profesión de cada cual y sus exigencias nos hacen beber una cosa u otra y en momentos muy concretos. También el nivel cultural (y no me refiero a cultura vinícola, sino a cultura general) de una persona influye a la hora de consumir uno u otro vino: a mayor nivel cultural, las mentes están más abiertas a probar cosas nuevas, a salir de lo tradicional o a darle valor a ciertos valores tradicionales que otros no entienden. Aunque cuando encontramos el estilo de vino que nos gusta, pasa como con todo: nos volvemos muy fieles. Y es que, como decía la gran Coco Chanel, "le moda pasa, pero el estilo permanece".

Pero si quiere estar a la última y convertirse en un auténtico fashion-wine, no pierda de vista estos consejos:

1. Menos es más: vinos con menos alcohol en lugar de esos "pepinazos" de 15º o más (confesados, la realidad es aún peor) que se pusieron tan de moda a principios de los años 2000. Vinos más ligeros, que nos permiten disfrutar de más de una copa, comer con vino y seguir nuestra jornada laboral después.

2. Vinos BBB (buenos, bonitos y baratos): volviendo a parafrasear a Coco Chanel, "la gente piensa que el lujo es lo contrario de la pobreza; pero no, es lo contrario de la vulgaridad". No piense que cuanto más se gaste en una botella de vino, mayor será el disfrute. El precio de una botella es su coste. El valor es el placer que le aporta.

3. Da igual el color:
"El mejor color del mundo es el que te queda bien" decía Coco. Los blancos con cuerpo (fermentados en barrica) van genial con las nuevas cocinas creativas. Los rosados, versátiles y amables, son excelentes para el tapeo, rondan a los más hipsters, mientras que alrededor de los tintos jóvenes se construyen amistades y de los tintos con largas crianzas se construyen conversaciones.

4. Se lleva lo vintage, también en el vino:
la vuelta a los orígenes y a las tradiciones demuestra que lo bien hecho perdura.

5. No le tema a los contrastes: olvidemos aquello de "la carne con tinto, el pescado con blanco". Hay vida más allá de eso, se lo aseguro. Juegue a unir viejas y nuevas tendencias. Pruebe un pescado azul (atún, salmón, sardinas, caballa…) con un tinto joven sin crianza mejor que con un blanco. Deguste un foie con un blanco dulce; o un queso azul con un PX o un Oporto.

6. Hacer un curso de cata es casi imprescindible: no solo dominará el lenguaje técnico sino que aprenderá a disfrutar mucho más de cada copa de vino. "El buen gusto hace bien a ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto." Si, de nuevo una frase de Coco Chanel.

7. Descubrir los mejores bares de vinos de su ciudad: ¿y cómo saberlo? Fácil si se fija en un par de detalles o tres: que tengan una carta variada, con vinos de zonas diferentes y no solo "sota, caballo y rey": eso significa que buscan vinos singulares, cosas especiales para satisfacer la curiosidad de su clientela; que tengan un armario de vinos o un enfriador donde conservar las botellas abiertas: si la botella está abierta y al lado de la cafetera o de otro aparato que despida calor, eche a correr enseguida o pida una cerveza; que le sirvan el vino en una copa adecuada, lo suficientemente amplia para poder mover el vino en su interior y aspirar sus aromas.

8. Conocer el vino en su cuna: el turismo sensorial y las experiencias enogastronómicas son lo más. Visite alguna bodega, pruebe vinos en varias fases de su proceso de elaboración, paséese entre las viñas y observa alrededor: todo lo que ve dejará un trocito de su esencia en el vino.

9. Vinos respetuosos con el medio ambiente: Cada vez estamos más concienciados con la necesidad de respetar la naturaleza y cuidad el planeta. Y así, encontramos no solo vinos procedentes de agricultura ecológica, también hay bodegas que elaboran vinos convencionales sin olvidar el respeto al entorno. Por ejemplo, iniciativas como la desarrollada por la Federación Española del Vino (FEV): Wineries for Climate Protection (la certificación WfCP define los criterios que debe cumplir una bodega sostenible en su sentido medioambiental) nos garantizan que los productos que consumimos proceden de una elaboración sostenible. Las bodegas que cumplan con dichos criterios pueden solicitar su certificación a una de las entidades autorizadas para ello. La certificación WfCP está orientada a la mejora continua y a la sostenibilidad de las bodegas y las bodegas que lo obtienen suelen llevar dicho sello en la botella para información del consumidor.

10. Wine on line: Instagram, Twitter, Facebook… no sólo son redes sociales: posts con sabor a vino y blogs que contestan las dudas del consumidor. Busque blogs que le hablen en un estilo sencillo si es usted principiante. Y tampoco se crea todo lo que lea en la red. Asegúrese de que quien escribe tiene una base sólida sobre la que se apoyan sus críticas y opiniones. Hay también mucho "entendido" de pacotilla…

Para terminar con una frase de la gran Coco, "la moda reivindica el derecho individual de valorizar lo efímero." Nada más efímero que una copa de vino. Nada más inolvidable que un vino único.

MARGARITA LOZANO

Fuente: Granada Hoy

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