"El estudio sugiere que en términos de absorción y el metabolismo de cafeína, el café y las bebidas energéticas son muy similares", dijo John White de la Facultad de Farmacia, quien fue el investigador principal del estudio. "Y la tasa de consumo y la temperatura de la bebida no alteran significativamente la absorción de la cafeína.
"Se ha expresado preocupación de que las bebidas energéticas se consumen rápidamente y que proporcionan una peligrosa sacudida de la cafeína", dijo. Sin embargo, según los resultados publicados en la revista Toxicología Clínica en abril, "la exposición de cafeína era muy similar" "no se espera que resulte en diferencias clínicamente significativas en efecto." Y además, las diferencias entre las tasas de absorción en los hombres y las mujeres siguieron de cerca las diferencias en la masa corporal, por lo que se podría decir que libra por libra de la persona, y la onza por onza de cafeína, el efecto es relativamente el mismo.
La aplicación de la ciencia a las preocupaciones sociales
White ha servido como testigo experto en lo que respecta a la farmacocinética de café para una gran variedad de agencias gubernamentales y órganos legislativos, algunos de los cuales han tratado de restringir la disponibilidad de las bebidas energéticas sin el apoyo de la ciencia que haya demostrado la necesidad de hacerlo.
Como no había un estudio oficial comparando al café con las bebidas energéticas, o estudios sobre la tasa de consumo dependiendo de si esta caliente o frío, White presentó una propuesta a la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA). La ABA concedió WSU $ 263.000 para un ensayo clínico.
El equipo de investigación incluyó a la facultad ciencias de la salud de la WSU, Escuelas de Farmacia, Medicina y Enfermería.
El equipo comparó el café con la bebida energética, caliente a fría y rápida para disminuir las tasas de consumo. Esencialmente querían ver si desea obtener un aumento en el nivel de la cafeína si se toma el café frio más rápido en comparación con sorbiendo lentamente el café caliente. También compararon el café a las bebidas energéticas para hacer frente a la preocupación de que, onza por onza, rápidamente el haber consumido bebidas energéticas proporcionan una mayor "sacudida" de la concentración de cafeína en el cuerpo.
Azúcar, alcohol emparejamientos no valorados
El estudio utilizó una dosis estándar de 160 miligramos de cafeína: "Esto representa el promedio de cantidad de cafeína en las bebidas disponibles en el mercado," dijo White.
Las variables no evaluadas en el ensayo en cuanto a la farmacocinética de cafeína incluyen los posibles efectos compuestos de las bebidas que contienen azúcar, las diferencias en la concentración más alta a un menor volumen de cafeína en ciertas bebidas o suplementos y bebidas que contienen otros constituyentes que no son cafeína (alcohol o las vitaminas B , por ejemplo).
El estudio midió específicamente la concentración de cafeína en el cuerpo, no los efectos de la cafeína en el cerebro, que varía entre los individuos en función de dos factores principales: la rapidez con que una persona metaboliza la cafeína y la matriz genética del individuo de los receptores de la cafeína en el cerebro, dijo White.
Siguiente: La genética y el metabolismo de la cafeína
La ABA está financiando un estudio de seguimiento que ha enviado el equipo de investigación de nuevo a los datos que recogieron a mirar cómo se relaciona con la información genética de los individuos. Durante los siguientes seis meses, evaluarán cómo la genética puede afectar a si una persona tiene una "lenta" o "rápida" metabolización de la cafeína
"Nuestro objetivo es promover la comprensión del metabolismo y los efectos de la cafeína", dijo White - "específicamente, las diferencias genéticas en el metabolismo y su efecto entre los individuos. También nos gustaría investigar las posibles interacciones entre medicamentos con receta o cafeína causados por los componentes de las bebidas energéticas de consumo habitual".
Fuente: lavozhispanicnews.com
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