Bodegas Valdemar vuelve a ofrecer a sus seguidores dos rosados jóvenes con mucha prestancia para este verano.
Las cifras del consumo de vino parecen confirmar la tendencia al alza de los rosados. Muchas bodegas son conscientes de ello y cada vez salen más vinos de este tipo de sus instalaciones. A los rosados tradicionales se han ido incorporando últimamente los rosados pálidos al estilo 'rosé' francés, que son más livianos y más fáciles de beber.
Incluso hay empresas que producen los dos tipos, como Bodegas Valdemar, de la Denominación de Origen Calificada Rioja, cuyos productos tienen mucha presencia y consumo en la Comunidad Autónoma de Aragón.
El rosado tradicional lo elabora desde siempre y fue pionera en la recuperación del método de sangrado en los años 80. Consiste en 'sangrar' parte del mosto cuando llegan las uvas a la bodega, con lo que el vino resultante tiene poco color y menos taninos al no haber estado en contacto con los hollejos.
El Conde Valdemar Rosado 2015 presenta un intenso color rosa fresa brillante y vivaz. Las uvas de garnachas de más de 30 años le aportan al vino delicados aromas con notas de flores frescas y frutas rojas. Lleva un 15% de vino de tempranillo, que aporta sedosidad y finura a la mezcla. Este vino hay que tomarlo bien fresco, a unos 8 grados centígrados, y va muy bien con verduras gratinadas, pastas, arroces, setas y ensaladas. También con pescados al horno y en salsa.
El Valdemar Rosé 2015 se obtiene también con el sangrado de las uvas maceradas previamente durante ocho horas a baja temperatura. Al vino de garnacha se le añade un 25% de vino blanco de macabeo, que aporta delicadeza a los típicos aromas de la garnacha. Este método de elaboración y el vino resultante se aproxima mucho a lo que siempre se ha entendido como un clarete, como los que han hecho siempre los viticultores en el medio rural, lo que muchos consumidores conocen como 'vino de cosechero clarete'. Este es muy apropiado para tapear y para combinar con arroces, pastas y cocina asiática.
Dos referencias muy recomendables para estos días de calor con la garantía de una empresa de gran trayectoria y un precio asequible a todos los bolsillos.
Los vinos rosado y rosé de Bodegas Valdemar.
Incluso hay empresas que producen los dos tipos, como Bodegas Valdemar, de la Denominación de Origen Calificada Rioja, cuyos productos tienen mucha presencia y consumo en la Comunidad Autónoma de Aragón.
El rosado tradicional lo elabora desde siempre y fue pionera en la recuperación del método de sangrado en los años 80. Consiste en 'sangrar' parte del mosto cuando llegan las uvas a la bodega, con lo que el vino resultante tiene poco color y menos taninos al no haber estado en contacto con los hollejos.
El Conde Valdemar Rosado 2015 presenta un intenso color rosa fresa brillante y vivaz. Las uvas de garnachas de más de 30 años le aportan al vino delicados aromas con notas de flores frescas y frutas rojas. Lleva un 15% de vino de tempranillo, que aporta sedosidad y finura a la mezcla. Este vino hay que tomarlo bien fresco, a unos 8 grados centígrados, y va muy bien con verduras gratinadas, pastas, arroces, setas y ensaladas. También con pescados al horno y en salsa.
El Valdemar Rosé 2015 se obtiene también con el sangrado de las uvas maceradas previamente durante ocho horas a baja temperatura. Al vino de garnacha se le añade un 25% de vino blanco de macabeo, que aporta delicadeza a los típicos aromas de la garnacha. Este método de elaboración y el vino resultante se aproxima mucho a lo que siempre se ha entendido como un clarete, como los que han hecho siempre los viticultores en el medio rural, lo que muchos consumidores conocen como 'vino de cosechero clarete'. Este es muy apropiado para tapear y para combinar con arroces, pastas y cocina asiática.
Dos referencias muy recomendables para estos días de calor con la garantía de una empresa de gran trayectoria y un precio asequible a todos los bolsillos.
José Luis Solanilla
Fuente: Heraldo
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