DIFICULTAD: Media
Nº RACIONES: 4 comensales
INGREDIENTES (4 personas)
- 400 g de galletas tipo maría
- 250 g de cobertura de chocolate
- 150 g de mantequilla
- 1 huevo
- 100 g de azúcar glass
- 10 ml de vino moscatel
- 100 g de crema de avellanas con cacao
- 100 g de lacasitos
Elaboración
Deshacemos la cobertura de chocolate al baño maría o al microondas (a potencia media y en intervalos de 30 segundos, removiendo en cada pausa). Con una batidora mezclamos la mantequilla a punto de pomada, la cobertura de chocolate líquida y una yema de huevo junto con el azúcar glass. Batimos la clara a punto de nieve y agregamos poco a poco con la ayuda de una espátula a la crema de chocolate. Agregamos unas gotas de vino moscatel, que le da un toque especial, pero no el sabor muy pronunciado a licor, mezclamos la crema y dejamos reposar.
Reservamos la mitad de esa crema. Batimos la clara a punto de nieve y se la añadimos a la otra mitad de la crema anterior, con cuidado y movimientos envolventes, hasta formar una crema tipo mousse. Dejamos reposar esta crema en la nevera durante media hora.
Forramos un molde de tarta con papel de horno para facilitar después su desmoldado, aunque no vaya a ir al horno y la endurezcamos en la nevera. Mojamos las galletas una a una y "vuelta y vuelta" para que empapen en leche templada con un toque de vino moscatel y las colocamos en un molde de tarta cubriendo la base.
Cubrimos esta capa de galletas con la crema de chocolate y encima otra capa de galletas, y así hasta formar las capas de crema y chocolate que queramos, dependiendo también de la anchura del molde de tarta. Terminamos la tarta con una capa de galleta. Tapamos la tarta con papel film y enfriamos de un día para otro o por lo menos durante 6 horas en el frigorífico.
Poco antes de servir untamos la parte superior con crema de chocolate con avellanas y decoramos con los lacasitos la superficie de la tarta. El exterior se puede decorar con trocitos de galletas o chocolatinas rodeando la tarta. Servimos sin volver a introducir a la nevera por que los lacasitos coloreados pierden y destiñen su color con el frío y la humedad de la nevera.
Fuente: Eroski Consumer
No hay comentarios. :
Publicar un comentario