Si esta vez eres tú anfitrión o anfitriona y estás pensando en cómo organizar la cena en tu casa, te ofrecemos algunos consejos para evitar que los invitados recuerden el evento por las razones equivocadas
Navidad, comida. Montones de comida. Año nuevo igual… Pero con tanta oferta sobre la mesa, ¿cómo podemos hacer para que esta fiesta sabores no se transforme en caldo de cultivo de bacterias y acabemos con el estómago revuelto?
Te ofrecemos algunos consejos para evitar que una intoxicación alimentaria sea un invitado más en las celebraciones navideñas.
1- ¡Espera!
Se acerca la hora: bañarse, peinarse, vestirse y dejar la mesa preparada para que no haya que correr a último momento, justo cuando empiezan a llegar los invitados.
Kevin Hargin, director de control de enfermedades alimentarias de la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés) dice: “Las cremas para untar están en la mesa toda la noche calentándose, las bacterias se están dando un festín con los aderezos de la ensalada, las tartas y otros alimentos”.
“Lo mejor es poner la comida en la mesa cuando la necesitas. No la dejes allí todo el tiempo”. Recuerda que no quieres pasar a la historia como el anfitrión que le arruinó la Navidad a toda la familia.
Los principales culpables
Salmonella, un invitado que no quieres en tu cena navideña.
Campylobacter: es la causa más común. La bacteria suele encontrarse en la carne cruda o a medio cocer (sobre todo en las aves), la leche no pasteurizada y el agua sin tratar.
Salmonella: huevos crudos, leche y otros productos lácteos -además de las carnes a medio cocinar- pueden albergar la bacteria de la salmonela.
Listeria: esta bacteria puede vivir en comida preparada y refrigerada, como en los sándwiches que se venden hechos, embutidos, patés o quesos blandos como el Brie o Camembert. Todos deben consumirse antes de su vencimiento. Deben tener cuidado sobre todo las mujeres embarazadas, ya que la infección por listeria puede traer complicaciones en el nacimiento o el parto. Puede incluso provocar un aborto espontáneo.
E. coli: la mayoría de los casos de intoxicación por E. coli ocurren por comer carne de vaca a medio cocinar (sobre todo si se trata de hamburguesas, carne picada, y albóndigas, o por beber leche no pasteurizada).
2- Compras
Cuando hagas las compras para la cena de Navidad, recuerda llevar al menos dos bolsas. De este modo puedes separar la comida cruda de la que está lista y así evitar la contaminación cruzada.
3- Si cocinas pavo…
Es probable que sea el único pavo que cocines en todo el año.
Preparar un pavo tiene sus secretos.
“La gente no está acostumbrada a preparar pavo o cualquier otra cosa de semejante tamaño”, dice Hargin.
Descongelar un ave de 6-7 kilos puede demorar 3 días si la dejas en la nevera, así que dale suficiente tiempo. Si no se descongela bien, corres el riesgo de que aunque lo cocines el centro quede crudo, y acabes sirviendo a tus comensales un poquito de Salmonella o Campylobacter.
Y, nunca cocines el pavo (lo mismo vale para carnes y aves en general) mitad en la noche mitad al día siguiente.
4- Atento a lo que pones en el congelador
La gran tentación es recoger todo lo que sobró y guardarlo en el congelador hasta la fiesta de Año Nuevo. Así ahorras tiempo y dinero.
Es una buena idea pero fíjate qué cosas puedes congelar y qué no. Si son cosas que han salido del congelador no las puedes volver a poner allí, a menos de que sean alimentos crudos que luego hayas cocinado. En el caso de las carnes o el pavo, puedes hacerlo.
“Es seguro guardar en el congelador lo que te sobró del pavo, así lo puedes comer en el Año Nuevo. Pero cuando lo descongelas, debes comerlo en las siguientes 24 horas“, explica Hargin.
Fuente: La Raza
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