• Se imponen las celebraciones a mediodía, los aperitivos de pie, las tendencias campestre y vintage y los productos de mercado
• Mercès Events, catering de boda desde hace cerca de cinco décadas, destaca la importancia de apostar por una gastronomía de alta calidad, refinada, elegante y con toques creativos
Las bodas tienden a la informalidad, sí. Los atuendos se relajan, los protocolos se aligeran, la rigidez de desvanece y la gastronomía se adapta, felizmente, a los nuevos tiempos. Eso no significa, sin embargo, que deban relajarse también los estándares de calidad que deben primar en cualquier enlace nupcial, donde los platos deben hablar por sí solos y ser el complemento perfecto de una fecha en que absolutamente todo debe ser impecable.
Así lo consideran desde el grupo Mercès Events que, eso sí, destacan que este cambio de rumbo en las bodas debe ir acompañado de una propuesta gastronómica de impecable calidad, en que la informalidad no esté reñida con la exquisitez y la sofisticación. "La gente ya no quiere lo que siempre se ha hecho, busca todo lo contrario: diferenciarse de las tradicionales bodas de los últimos años y enfocarse en disfrutar y pasarlo bien. Lo que no ha cambiado es que seguimos queriendo disfrutar de la mejor gastronomía, tal vez en otro formato y con otra presentación, pero, al fin, la mejor cocina en la mejor compañía”. Y lo logramos cuidando la selección de los productos y ofreciendo una cocina innovadora y exquisita.
Así pues, la informalidad no está reñida con el glamour ni con la alta cocina, pero sí con las rígidas normas de etiqueta. Desde el equipo de Mercès Events destacan que se imponen los aperitivos tipo bufé y de pie, con una mayor fusión gastronómica, donde caben recetas internacionales y divertidas como tatakis, tartares... Una apuesta informal y creativa que debe responder en todos los casos a los altísimos estándares de calidad que siempre han caracterizado a Mercès Events, un referente en la organización de eventos cuya propuesta gastronómica basada en el producto, con cerca de cinco décadas de vida, ha pasado de generación en generación y se mantiene más viva que nunca.
Sin embargo, si bien se impone una tendencia más relajada en los eventos nupciales, siempre debe prevalecer la apuesta inequívoca por una cocina que lleva la calidad en su ADN, capaz de marcar la diferencia a base de una combinación perfecta entre producto, técnica e innovación.
A nivel decorativo triunfan las tendencias campestre y vintage, a la vez que aumenta la importancia de la vajilla como elemento ornamental. ¿El color más trendy según Mercès Events? Sin duda, el verde.
Otras de las tendencias más notorias en bodas es el cambio horario. Desde Mercès Events destacan que “cada vez más gente las celebra al mediodía porque se disfruta más tiempo y porque es diferente a lo que se ha hecho en los últimos años; aunque en verano suele mantenerse el horario nocturno para evitar el calor”.
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