Café o té: ¿Cuál es la mejor bebida según la ciencia?

El mundo está claramente dividido en dos, entre las personas que toman café y las que prefieren hacerse una infusión de hojas de té.

En el mundo hay dos realidades en cuanto al café y el té: mientras en Estados Unidos un 75.4% de personas beben café, versus un 25.6% que toma té, en China el 98.9% prefiere el té y solo el 1.1% el café.

Foto: Pixabay

Durante años, los amantes de ambas bebidas han debatido entre sí -cada uno con argumentos científicos de su lado- sobre cuál es la mejor bebida.

Pues esto es lo que dice la evidencia científica al respecto.

La cafeína

Una taza de té contiene 40 miligramos de cafeína, poco menos de la mitad de la que tiene una taza de café, que puede contener entre 80 y 115 miligramos. Entonces, en términos de cantidad, el café ofrece una mejor dosis de cafeína.

A pesar de ello, varios estudio han concluido que, aunque una bebida tiene más cafeína que la otra, suelen tener efectos semejantes en el cerebro, como mantenerte alerta o despertarte por la mañana para salir a trabajar.

En ambos casos, las bebidas generaron un estímulo del sistema nervioso autónomo e incrementó los niveles de alerta.

Buen dormir

Ambas bebidas son consumidas por profesionales y estudiantes durante largos periodos de trabajo y estudio, así como por cualquiera que necesite mantenerse despierto largos ratos.

Un estudio, llevado a cabo por la Universidad de Surrey, en el Reino Unido, analizó qué pasa en las personas que consumen té o café durante el día y la noche. Los resultados mostraron que, quienes consumen cualquiera de las dos durante el día, recibían un efecto parecido, mientras que quienes consumían café por la noche, tenían más dificultades para dormir que los que tomaban té.

¿Quieres una sonrisa blanca?

Se suele creer que el café mancha los dientes, dándoles una tonalidad amarillenta, pero lo que no todos saben es que otras bebidas, como el té, el mate y el vino, también puede oscurecer la dentadura.

A pesar de la creencia popular, el té tiene pigmentaciones naturales que oscurecen más rápido los dientes que el café, dejándolos amarillos o marrones.

El té contiene taninos (al igual que el vino), que junto a otros procesos de oxidación, se vuelven algo así como tintas vegetales y se adhieren a la capa superficial de los dientes fácilmente. A mayor concentración de taninos, más oscura la bebida, por eso el té negro mancha más que los dientes.

El color oscuro del café es más bien resultado de su tueste y no contiene taninos.

Mente saludable

El té tiene un efecto tranquilizante directamente sobre el sistema nervioso, pero el café puede estar contraindicado en personas que sufren alteraciones nerviosas constantes, o que son emocionalmente inestables.

Pero es bien conocido que ambas bebidas tienen un efecto considerablemente positivo sobre el desarrollo de depresión en sus consumidores habituales. Un estudio científico determinó que consumir tres tazas de café al día reduce en un 8% las probabilidades de padecer depresión clínica, y quienes se toman tres de té, tienen un 37% menos de riesgo de padecerla.

En contraposición, otras bebidas como las gaseosas altas en azúcares, incrementan los riesgos de desarrollar alguna condición mental.

En resumen: ambas son beneficiosas para la salud

Según diversos estudios, el consumo regular de té o café reduce el riesgo de sufrir diabetes, siempre y cuando ambos sean procesados sin azúcar (en el caso del café torrefacto) y se consuman sin endulzar. Esto es porque, por sus composiciones químicas, ambas ayudan al metabolismo a procesar la glucosa más fácilmente.

Además, las dos han demostrado proteger al organismo de padecer enfermedades cardíacas y reducir las posibilidades de tener varios tipos de cáncer.

Otras investigaciones concluyeron que tanto el té como el café tienen antioxidantes, que son sustancias naturales que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células, incluido el envejecimiento.

Fuente: La Red 21