Siempre elige los productos que incluyan el grano entero, porque incluirán salvado, más fibra, proteínas, vitaminas y minerales que las versiones más industriales. ¿No te gusta su sabor? Prueba con algún ingrediente. Busca en la etiqueta que incluya cebada entera, arroz integral, avena entera o lino entero. (NO TE PIERDAS: QUÉ TIENE DE ESPECIAL EL PAN DE ESPELTA)
Cuál es el mejor pan según los nutricionistas
Si te preocupa el azúcar, te recomendamos que pruebes las versiones con grano germinado en lugar de las tradicionales de trigo con harina refinada. Además, los granos germinados han completado todo su proceso, por lo que aportan más vitaminas, proteínas…. Sus carbohidratos son más fáciles de digerir, ya que sus almidones ya han sido descompuestos por enzimas.
Ten cuidado con las etiquetas. Puede figurar como “con grano entero” incluso si solo un 51 por ciento de sus ingredientes son así y el resto son harinas refinadas. Busca el 100% en la etiqueta. Debe tener 16 gramos de grano entero por porción. No hace falta que sean “orgánicos”, hay versiones más baratas e igual de sanas.
No olvides que, cuanto menos ingredientes, mejor. Huye de sabores artificiales, colores y conservantes. Evita todos los aditivos que no seas capaz de pronunciar y los aceites parcialmente hidrogenados. El consejo: lee la etiqueta en voz alta. Si no la entiendes después de una búsqueda rápida en Google, descártalo. Y te volvemos a recordar que la fibra es crucial para tu dieta. Te ayuda a sentirte saciada, estimula los movimientos intestinales saludables y mejora tu salud intestinal. No huyas del pan.
ARIELLE WEG
Fuente: Women's Health
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