Lo curioso es que de alguna manera funcionó, o al menos el cliente encontró la satisfacción que buscaba. Esta excéntrica idea sólo podía ser fruto de un genio al que profeso un gran respeto: Nathan Myrhvold, un científico/inventor que bien podría haber salido de la serie televisiva The Big Bang Theory.
Sí, funciona (Internet)
Antiguo jefe estratégico y de tecnología en Microsoft, es autor de la magnífica obra Modernist Cuisine, todo un referente de la cocina tecno-emocional. En este libro hace alusión a un polémico tratamiento de “hiperdecantación”; cabe recordar que ciertos vinos necesitan decantarse para poder reaccionar con en oxígeno y mostrar todos aquellos matices volátiles que nos atrapan.
Ni corto ni perezoso, Nathan propuso agilizar este proceso utilizando una batidora con el fin de hacer reaccionar el oxígeno con el vino en un tiempo récord. ¡Pero ojo!, tal como cita en su libro, tiende a ser efectivo en tintos jóvenes y algunos blancos. Personalmente desaconsejaría utilizarlo para cualquier vino viejo ya que una decantación tan brusca puede llegar a oxidarlo demasiado dejándolo con un aroma plano.
Fuente: La Vanguardia
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