El único café que se cultiva en toda Europa lo encontramos cobijado a la sombra de los frutales en el valle de Agaete, en Gran Canaria, a donde llega procedente del Jardín de Aclimatación de La Orotava, en TenerifeEl único café que se cultiva en toda Europa lo encontramos cobijado a la sombra de los frutales en el valle de Agaete, en Gran Canaria, a donde llega procedente del Jardín de Aclimatación de La Orotava, en Tenerife.
Aromas de café canario |
Todo esto ocurría en torno al año 1.140 y el arbusto era el cafeto. Serían los árabes quienes después distribuyeron la planta por medio mundo. La llegada de la planta del cafeto a Canarias se debe al rey Carlos III, quien encarga al Marqués de Villanueva del Prado, don Alonso Nava Grimón, que estableciera en Tenerife, 'uno o varios plantíos para sembrar y plantar semillas y plantas procedentes de América y Asia, ya que los ensayos hechos en los Reales Jardines de Aranjuez y Madrid no habían tenido el éxito deseado, debido a los rigores del invierno'. Es con esta finalidad que se crea el Jardín de Aclimatación de La Orotava, por lo que en ese mismo año de 1788 llega a Tenerife la primera remesa de semillas y plantas exóticas en el navío correo San Bernardo.
Es muy probable que entre esas plantas y semillas se encontrasen las primeras plantas de café que llegaron a las Islas Canarias. Es por ello que se considera que las plantas de café llegan a Agaete en el siglo XIX procedentes de la isla de Tenerife, con la que la población sostenía una intensa comunicación comercial por mar hasta que se construyó la carretera desde Las Palmas.
Aunque el café se cultivó en la mayor parte de la isla de Gran Canaria, el café de Agaete, en el noroeste de la isla, fue considerado como el mejor debido a unas condiciones climáticas favorables, con temperaturas que no bajan de los 18 o 17 grados y escasas precipitaciones, unido todo ello a la peculiaridad de su terreno volcánico.
Este producto, que presume de ser el único de su clase que se cultiva en Europa, se cobija bajo la protección de mangos, aguacateros, naranjos y otros árboles frutales que aportan a la planta la sombra que necesita para poder crecer y dar sus granos de café.
Hasta mediados del siglo XX se mantuvo su producción, pero posteriormente la caída de los precios favoreció la producción de otros cultivos. Sin embargo el producto se continuó cultivando por tradición en pequeñas cantidades para el consumo familiar. El café del Valle es Arabica typica, una variedad que se dejó de cultivar en muchas zonas por su baja productividad pero que últimamente se vuelve a apreciar por sus muchas virtudes, con un aroma a chocolate, regaliz y fruta, una suavidad que persiste en la boca, con una baja dosis de acidez y amargor, el sabor del café producido en Agaete es inconfundible.
Actualmente se están cultivando otras variedades en pequeñas producciones, como la variedad Geisha, que es las más apreciada a nivel mundial, siendo pioneros en Europa en su cultivo. También se cultivan ejemplos de otras variedades, como Caturra, Catuai Amarillo, e incluso Robusta.
Con el propósito de conservar la productividad del único café europeo se creó en el año 2002 la asociación Agroagaete. Estos productores locales no vivían del café, no obstante dedicaban buena parte de su tiempo libre a producirlo, considerándolo como un tesoro cultural digno de conservar.
Es por eso que en el año 2006 se crea la marca Café de Agaete y comienza la comercialización del producto. Se trata de mantener altos estándares de calidad para promocionar este café y permitirle competir con otros cafés especiales. Todo el aroma, el sabor y la calidad de un tesoro cercano, el único café de Europa producido con mimo en las Islas Canarias.
Fuente: La Provincia
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