¿Lata o botellín? ¿Vaso o copa? ¿Fresca, gélida o a temperatura ambiente? En pleno epicentro de la temporada cervecera, sentar alguna premisa básica sobre cómo se debe catar –amén de gustos- una cerveza, resulta una cuestión atrayente. No necesitas poner rictus serio ni echar mano de papel y boli, sólo tomar nota mental de estos cuatro consejos que harán que disfrutes, más si cabe, de tu ocio cervecil este verano.
Existen dos tipos de personas, suele sentenciarse en torno a cuestiones de lo más diversas. Si el baremo hace foco en materia cervecera, o eres de sorbo corto, o eres de trago largo. Aunque también hay tipos de cerveza que se prestan más a lo primero o a lo segundo. Sobre gustos no hay nada escrito, pero sobre cervezas sí. Ahora que sentarse relajadamente a degustar unas rubias (o morenas) comienza a escalar puestos en nuestra lista estival de “cosas que apetecen y mucho” (aviso, reducir una cerveza a su mera función de refrigerado es pecado capital en el terreno más pro de este mundillo), nos hemos animado a recopilar cuatro pautas básicas a tener en cuenta cuando vayas a catar una cerveza.
Cuatro consejos a tener en cuenta la próxima vez que te tomes una Ambar.
1. LO IMPORTANTE ESTÁ EN EL INTERIOR
No dejes que la etiqueta te predisponga. El contenedor también es importante pero, a la hora de probarla, trata de abstraerte. Es interesante que le eches un ojo, ya que podrá darte algunas pistas sobre el tipo(Lager o Ale) y el estilo (Stout, Pilsener, Abadía…) de la cerveza, su método de elaboración, su procedencia, sus ingredientes, su historia, su contenido alcohólico, la temperatura de servicio… Pero nunca dejes que la marca te influya debido a experiencias anteriores.
2. CON TODOS LOS SENTIDOS
Contén las ganas de llevártela directamente a la boca. Toda cata de cervezas cuenta con una fase visual y olfativa previa a la degustación que puede aportarnos mucha información. Dedica siempre unos segundos a mirar el color y la turbidez del líquido, a oler sus aromas… y finalmente, a apreciar su textura en la boca y su sabor.
3. CERVEZA HELADA: GRAVE ERROR
El vicio de tomarse una cerveza gélida es algo muy nuestro. Nos gusta fría, muy fría, helada… Pero en realidad no todas las cervezas –más bien casi ninguna- deben tomarse a temperatura glacial puesto que esto dificulta apreciar sus aromas y matices, aletargando su sabor. Lo mismo podría pasarnos al contrario: sacamos un botellín de la nevera y descubrimos que no está frío del todo; no obstante, las ansias nos apoderan y antes de darnos cuenta ya tenemos el abrebotellas en una mano y la chapa rodando sobre la encimera. Tras el primer trago, llega la decepción. Hay mucho que aprender sobre las temperaturas de consumo (puedes guiarte por las recomendaciones de cada cervecera), aunque por norma general suelen ser más altas a medida que la cerveza oscurece su color.
4. EL RECIPIENTE PUEDE JUGAR EN TU CONTRA
Catar cerveza no es el momento más idóneo para dar rienda suelta a nuestra creatividad con respecto a la vajilla. Tampoco hace falta ponerse tiquismiquis, pero en casa siempre hay copas y vasos más aptos que otros. Aquellos con la boca más estrecha suelen aguantar mejor la espuma y recoger los aromas. Totalmente prohibidas quedan las copas heladas para servir la cerveza. Este vicio, comúnmente perpetrado a orillas del Ebro a su paso por Zaragoza y otras partes de la geografía española, perjudica a la calidad del líquido deshaciendo la espuma y aguando el interior. Tampoco un vaso de tubo totalmente recto es buena opción, ya que el líquido entra en él con demasiada brusquedad y la manera de sostenerlo, con bastante superficie de la mano sobre el vaso, hace que se caliente con más facilidad que en una copa.
5. BONUS TRACK PARA SIBARITAS
Si entramos en exquisiteces, lo idóneo es que el ambiente esté entre 20 y 22 ºC, con una humedad de en torno al 60% y, por supuesto, bien ventilado y donde esté prohibido fumar. También es recomendablesacar la cerveza de la nevera diez minutos antes de degustarla. No es recomendable catar con comida o justo después de haber comido y, de hecho, catar con hambre es recomendable para que los sentidos se encuentren más agudizados. El vaso utilizado debería ser totalmente transparente y sin restos de agua para apreciar bien el color, y tampoco debería tener ninguna rugosidad ni relieve.
ALBA BARRERA
Fuente: TenMag
No hay comentarios. :
Publicar un comentario