Puede que parezca el acompañamiento más fácil de cocinar, pero no es tan sencillo que quede con la consistencia deseada, ni que mantenga su sabor en el proceso.
El puré de papas debe ser uno de los platos más versátiles, confiables y fáciles de preparar del mundo, y aún así puede ser que salga chirle, apelmazado o soso. Para colmo puede ser que el tubérculo pierda su sabor en el proceso del hervor.
"Cuando hierves las papas en agua y después descartas el líquido, todo el sabor se va por el desagüe", explicó el chef Tyler Florence al sitio Popsugar. ¿La solución? Reemplazar el agua por leche o crema.
"Lo que hago con el puré de papas, como de todos modos le voy a poner crema y manteca, es cocinar las papas en esa crema y manteca", explicó el chef, quien además le agrega a la preparación una ramita de tomillo fresco, un diente de ajo pelado, salvia o romero para darle más gusto.
Claro que se puede cambiar la crema por leche y la manteca por el aceite en un esfuerzo por no terminar con kilos de más al final de la comida, pero la cuestión sigue siendo la misma: reemplazar el agua por 20 minutos de cocción, por ejemplo, en leche y manteca.
Para un puré familiar hacen falta al menos 6 papas peladas y en cubos,dos dientes de ajo pelados, una ramita de tomillo fresco, suficiente crema doble y leche entera para cubrir las papas y sal y pimienta.
De acuerdo con las indicaciones de Florence, cuando las papas están tiernas se cuelan y se reserva el líquido para poder agregarlo de a poco a la olla una vez que el puré esté pisado.
Puede que no sea necesaria toda la leche de la cocción,pero es buena idea guardarla por si hace falta recalentar el puré después.
Fuente: minutouno
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