Sin embargo, no todo puede ser bueno: el principal problema del café es que su fabricación produce muchos residuos, tanto en los países productores, que tienen que desechar cientos de toneladas de cáscaras de café, como en el momento de preparar la bebida, cuando se producen los posos que después terminan en la basura.
En proyectos anteriores hemos conocido sistemas capaces de reciclar los posos del café, por ejemplo convirtiéndolos en pavimento para las carreteras, así como técnicas para convertir los desechos en biocombustible. Ahora, una startup australiana ha creado una nueva y práctica forma de aprovechar la basura que generan las cáscaras: las recicla para transformarlas en tazas de café ecológicas.
El concepto detrás de esta taza llamada HuskeeCup pretende matar dos pájaros de un tiro: por un lado, darle uso a los desechos y evitar que se amontonen en los países productores, y por otro lado reducir el consumo de vasos de papel, cartón y plástico que se utilizan para servir el café para llevar en los establecimiento de todo el mundo.
Lo que hace esta compañía es procesar las cáscaras del café hasta convertirlas en una resina resistente, reutilizable y reciclable, con una superficie resistente que además puede mantener el café caliente durante más tiempo. Está disponible en tres tamaños: 6 oz (unos 177 ml), 8 oz (unos 236 ml) y 12 oz (unos 355 ml).
Las tazas ecológicas hechas de café reciclado están triunfando en KickStarter, donde ya han conseguido recaudar más de 68.000 dólares australianos. Si te interesa la idea y te gustaría colaborar con el proyecto, en la página de la campaña puedes comprar un pack de cuatro tazas pequeñas por 45 dólares australianos (30,5 euros al cambio actual), medianas por 49 dólares australianos (33 euros) y grandes por 55 dólares australianos (37 euros).
Sandra Arteaga
Fuente: Computer Hoy
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