Propuestas para disfrutar de una comida saludable y práctica, con matices de colores, sabores y texturas
Las ensaladas son las reinas del verano. En estos meses de calor, apetece más que nunca comer algo ligero y fresco que aporte vitaminas, minerales, fibra y, no menos importante, ¡agua! Los vegetales son ricos en agua y, por tanto, ayudan a mantener una buena hidratación. En esta época, además, las huertas y las mesas se llenan de texturas y colores muy diversos que permiten probar decenas de combinaciones. A continuación, se proponen cinco ensaladas veraniegas exquisitas para elaborar una distinta cada día.
Imagen: fotokris44 |
1. Ensalada caprese de tomates variados
Muy vistosa y fácil de hacer, esta ensalada tiene el sabor del tomate y la albahaca, dos exquisitos embajadores del verano. Se puede utilizar diferentes variedades de tomates, con distintos tamaños, colores y cortes. La receta se completa con un poco de mozzarella fresca (o unas lascas de queso parmesano, si es que gustan los sabores con más presencia), unas hojas de albahaca y unos piñones. Estos elementos son la base del pesto. Se aliña con un hilo de aceite de oliva y una pizca de sal.
2. Ensalada griega con queso y olivas
Típicamente mediterránea, la ensalada griega goza de fama mundial por ser un plato fresco y saludable. Existen distintas versiones. Una muy sencilla es la siguiente. Primero se lavan y trocean unas hojas de lechuga y se agregan un poco de cebolla cortada en aros, unos tomates cortados en cuartos, queso feta y aceitunas negras. Si se quiere darle un toque más personal, se puede aromatizar el queso con finas hierbas. Por último, se aliña con aceite de oliva. La ensalada, en principio, no necesita sal, ya que esta viene contenida en las aceitunas y el queso.
3. Ensalada con huevo de codorniz
Si se quiere degustar una ensalada como plato único ligero, esta es una muy buena opción. Se usa como base la verdura de hoja verde (lechuga, espinaca, canónigos o escarola) y se añaden unos trozos de pollo salteado a la plancha, unos picatostes crocantes y unos huevos cocidos de codorniz cortados por la mitad. El huevo es un alimento saludable, rico en proteínas de alto valor biológico. Para darle un toque de sabor diferente al plato, se cortan unos rabanitos en láminas finas y se agregan a la ensalada. Se aliña con aceite de oliva, pimienta y sal.
4. Ensalada con pollo y picatostes
Imagen: Shaiith79
Esta es otra posible combinación que, en parte, utiliza los ingredientes de las ensaladas anteriores. En este caso, el toque crujiente de los picatostes y el rico sabor del pollo a la plancha permitirán jugar con temperaturas y texturas distintas en el mismo plato, algo que resulta muy atractivo al paladar. La ensalada se prepara sobre una base de rúcula, que tiene un sabor ligeramente amargo muy interesante, incorpora unos tomates cherry (cuanto más jugosos, mejor), un toque de aceitunas y de pepino, una de las hortalizas más refrescantes del verano. La única precaución es añadir los trocitos de pollo al final, justo antes de servir, para evitar que las hojas de rúcula queden mustias por el calor. Al igual que la ensalada anterior, puede funcionar muy bien como plato único.
5. Ensalada versátil de pasta
La ensalada de pasta, al contener carbohidratos, es más contundente y sacia más que una ensalada solo vegetal. Por eso mismo resulta una gran opción para comerla como plato único. Si se emplea pasta integral, que contiene más fibra, el efecto saciante será aún mayor. Como la pasta combina muy bien con otros alimentos y la mayor parte de las verduras, se puede preparar esta ensalada con cualquier vegetal que se tenga en casa. Si se usan unos tomates, como en la foto, se añaden unas hojitas de albahaca y de rúcula y unas pocas aceitunas, se tendrá un plato muy similar a los macarrones con tomate, pero más fresco. Además, se puede elegir la temperatura idónea, sirviendo la pasta templada o bien fría, según gustos.
LAURA CAORSI
Fuente: Eroski Consumer
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