Los inversores creen que, si tiene éxito, cambiará la forma de funcionar el mundo de la comida rápida, ya que aumentará precisamente eso, la velocidad, reduciendo los costos laborales del proceso.
En muchos lugares están disminuyendo los precios de los alimentos, pero aumenta el de la mano de obra, motivo por el cual en el sector de restaurantes se está invirtiendo bastante en máquinas que sustituyan a personas. En el caso de la comida rápida tiene aún más sentido, ya que el trabajo es monótono y repetitivo, no hay un chef por detrás de cada plato.
Chowbotics es otra empresa que ha conseguido crear un robot en esta categoría, un robot ensamblador llamado Sally, que elimina ciertos elementos de las ensaladas. Moley Robotics también ha creado un cocinero robótico de dos brazos que prepara y cocina comida, un sistema que costará unos 15.000 dólares y que saldrá al mercado en 2018.
Zume Pizza, en este caso, se especializa solo en pizzas, y ya consiguió dar sus primeros pasos cuando en diciembre de 2016 recaudó 23 millones de dólares. Entrega pizzas en Silicon Valley, usando una línea de ensamblaje de robots para aplanar la masa en círculos, extender la salsa y el queso, y deslizar la pizza dentro y fuera de un horno de 800 grados.
Comentan en zdnet que Zume utiliza la analítica predictiva para averiguar qué coberturas van a ser más populares en un área determinada y cuando la demanda podría crecer. La empresa tiene más de 100 empleados (humanos), por lo que no son solo robots los que allí trabajan.
Fuente: wwwhatsnew
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