Cada 16 de enero se celebra el día internacional de esta delicia tan popular del recetario español.
Si debe haber una reina indiscutible del recetario popular nos arriesgamos a proclamar como tal a la afamada y deliciosa croqueta. Y es que tal es el éxito que ha alcanzado que hasta tiene un Día Internacional, 16 de enero, para homenajear sus cuatro siglos de historia (la primera receta de croquetas data del siglo XVII, y sus orígenes proceden de Francia).
Este plato tan fácil de preparar es además muy versátil.Kaiku
Esta receta, que se ha convertido en un emblema de la gastronomía nacional, es además un plato muy versátil, pues puede ser la mejor manera de representar la cocina de aprovechamiento o convertirlas en un auténtico bocado 'gourmet' digno de los paladares más exquisitos. Y también se puede modificar para que este crujiente bocado sea algo más saludable. ¿De qué forma? Optando por ingredientes menos grasos, y evitar en la medida de lo posible la fritura. Por eso, y coon motivo del Día Internacional de la Croqueta, los expertos de Kaiku Sin Lactosa comparten los trucos para disfrutar de unas croquetas 'guilt-free'.
- Darle un twist a los ingredientes. El interior clásico de la croqueta es el jamón, un alimento con un alto contenido en grasa y sal, por lo que para preparar unas buenas croquetas libres de arrepentimiento, conviene seleccionar los alimentos de tal manera que su combinación sea saludable. Emplear hortalizas y verduras como el puerro, champiñones o brócoli; otra opción es optar por preparar croquetas de pescado blanco (más digestivos), como la merluza o el bacalao. Para intensificar el sabor, la nuez moscada, pimienta o hierbas aromáticas cumplirán esta función.
- El secreto está en la masa. La masa de las croquetas es la parte más importante de una receta perfecta y también la más sencilla de convertir en un plato ligero y más digestivo. Es importante sustituir la harina refinada por una harina integral o incluso unos copos de avena triturados; la leche, para hacer una receta de croqueta más ligera, es conveniente optar por semidesnatadas o desnatadas y sin lactosa; por último, se puede evitar emplear mantequilla, ya que la grasa del aceite de cocinar el resto de ingredientes es suficiente para crear una masa perfecta.
- Un rebozado saludable. Al igual que la masa de las croquetas, el rebozado juega un papel importante. Para sustituir el clásico pan rallado o su versión actualizada y nipona, el panko, existen opciones igual de crujientes: harina de almendra o copos de avena o trigo triturados. La cuestión es optar por una cobertura que contenga un alto contenido en fibra.
- Pequeños bocados. A la hora de darle forma a la masa, un sencillo pero efectivo truco es que el tamaño de las croquetas sea pequeño (de un bocado), y dejar de lado el típico 'croquetón'. De esta manera, cada bocado estará medido y será más fácil saciarse antes con menos cantidad.
- El cocinado libre de grasa. Decir adiós al aceite y la fritura en unas croquetas puede ser complicado, sin embargo, existe un electrodoméstico que puede cumplir la función de dejar crujiente la masa y cocinar las croquetas sin excesivo aceite: el horno. Unos 30-40 minutos a 180º son necesarios para dejarlas listas, siempre volteando a mitad del cocinado para que se hagan por ambas partes.
Fuente: Heraldo.es
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