El Jamón D.O. , las frutas de Aragón o un buen ternasco son algunos de los tesoros de la gastronomía aragonesa más conocidos. Aunque la riqueza de platos de nuestra tierra es mucho mayor. Si crees que los platos de nuestra Comunidad no tienen secretos para ti, ahí van cinco propuestas que seguramente no hayas probado nunca.
Las madejas son uno de los manjares que se pueden encontrar en nuestras tierras.
El gazpacho turolense
Aunque el gazpacho se relaciona directamente con Andalucía, también es una receta centenaria de Aragón. Lejos de la bebida de tomate refrescante que todo el mundo está acostumbrado a consumir, la versión de este plato turolense es un guiso caliente. Los ingredientes de este plato típico de cuchara son conejo, tocino, ajos, pimentón, patata, caldo de verduras, sal y aceite de oliva.
Las sollapas
Se trata del auténtico pan que se consumía en la Comunidad antes de la llegada de la levadura, el ingrediente que da el aspecto esponjoso al que se come en la actualidad. Estas tortas planas, que se cocían a fuego lento, se elaboran a base de harina, agua, aceite y sal.
Madejas o zarajos
La mayoría de personas no se animan a probar esta comida al escuchar su descripción: 'las tripas de cordero'. Aunque a simple vista pueda parecer un plato típico de algún país exótico o de otra época, lo cierto es que las madejas o zarajos son todo un manjar de nuestra tierra. Su elaboración hace de este plato una propuesta mucho más apetitosa, ya que esta pieza de ternasco, que aparece enrollado sobre sarmiento, el tallo de la viña, se cocina a la plancha y para potenciar su sabor se le añade un aderezo a base de aceite, ajo, perejil y sal.
Huevos con Salmorejo
Seguramente la versión más conocida del salmorejo sea el típico del sur de España, una sopa fría de tomate a la que se le añade jamón y huevo. Sin embargo, en Zaragoza existe una versión propia. Además de ser una receta completamente diferente, en la provincia zaragozana se diferencia hasta el nombre, escribiéndolo con dos erres con la única intención de que no se confunda con el de las otras zonas. En concreto, este guiso está compuesto por unos huevos escalfados cocinados con espárragos y acompañados con diferentes carnes de cerdo, como lomo o longaniza.
Chiretas
Uno de los platos más típicos de la cocina oscense son las chiretas o piel vuelta. Una receta de cordero hervido, tripa cosida y rellena de arroz, panceta, jamón, casquería (pulmones, hígado, corazón del mismo animal), perejil, ajo, una pizca de canela, sal y pimienta. Este plato suele aparecer en las cartas de los restaurantes de la provincia como plato principal o como entrante, cortado en rodajas que se doran en aceite.
Fuente: heraldo.es
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