María Antonieta, 2006. La escena es la siguiente: Kirsten Dunst, en la piel de la archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra, descansa en su salón privado; está en el palacio de Versalles, probándose Manolos y rodeada de tartas. La película de Sofia Coppola era un pastel en sí misma y su cobertura edulcorada hacía la boca agua.
© D.R. FOTOGRAMA DE 'MARÍA ANTONIETA'.
Retén esa sensación, porque es la misma que sentirás cuando pises la pastelería boutique Le Bec-Fin. Ubicada en el barrio de Salamanca, en Madrid, homenajea la repostería francesa que enamoró a sus fundadoras. Mercedes, Mayte y María Liñero son, además de madre e hijas, tres apasionadas de la tradición repostera del país galo y de los llamados “dulces joya".
© CORTESÍA DE LE BEC-FIN MADRID.
POSTRES "JOYA" ELABORADOS POR LE BEC-FIN.
Allí donde se cruza la artesanía y la creatividad, está Le Bec-Fin. Desde la calle Claudio Coello, 58, reinterpretan la confitería con el mismo mimo y pericia con la que Vianne Rocher (Juliette Binoche) manipula sus creaciones en Chocolat.
El paladar saliva ante su semiesfera de chocolate crujiente –una moussecubierta de cacao 70% y un crujiente de chocolate–, su pera caramelizada –compota de pera con mousse y baño de chocolate– o su tiramisú –elaborado con mascarpone casero y café de origen. Por no mencionar sus macarons de colores, sus bombones con praliné y los AOVE, sus cruasanes o su pain au chocolat.
El paladar saliva ante su semiesfera de chocolate crujiente –una moussecubierta de cacao 70% y un crujiente de chocolate–, su pera caramelizada –compota de pera con mousse y baño de chocolate– o su tiramisú –elaborado con mascarpone casero y café de origen. Por no mencionar sus macarons de colores, sus bombones con praliné y los AOVE, sus cruasanes o su pain au chocolat.
© CORTESÍA DE LE BEC-FIN MADRID.
BOMBONES CLÁSICOS, CON PRALINÉ, Y BOMBONES AOVE.
Mercedes lidera este proyecto familiar. Esta chef gallega, procedente de una familia de expertos obradores, estudió en la Escuela Gastronómica Bellouet Conseil y en la maison Lenôtre de París, y colabora con maestros reposteros formados con los galardonados Alain Ducasse y Rodrigo de la Calle.
Este templo pastelero lo contempla todo: el diseño, los ingredientes, la presentación. Los postres saben tan bien como lucen, con lo que resultan perfectos para disfrute personal y ajeno. Para quedar a merendar. Para recibir invitados en casa. Para tener un detalle. Para llevar a una visita. Para T-O-D-O.
Este templo pastelero lo contempla todo: el diseño, los ingredientes, la presentación. Los postres saben tan bien como lucen, con lo que resultan perfectos para disfrute personal y ajeno. Para quedar a merendar. Para recibir invitados en casa. Para tener un detalle. Para llevar a una visita. Para T-O-D-O.
© CORTESÍA DE LE BEC-FIN MADRID.
INTERIOR DE LE BEC-FIN, SITUADA EN EL BARRIO DE SALAMANCA.
"Proporcionar una experiencia única y memorable, con la que nuestros clientes descubran nuevas sensaciones y sabores". Así es como las mujeres Liñero sintetizan el propósito que les mueve cuando, cada mañana, al alba, llenan los expositores de Le Bec-Fin con bocados de felicidad.
En honor a María Antonieta, su tarta de frutos rojos con perlas crujientes o macarons es uno de los encargos gourmet más solicitados junto con la tarta de maracuyá y chocolate blanco. Imposible no pensar en esa escena descrita (e ilustrada) al principio del artículo.
En honor a María Antonieta, su tarta de frutos rojos con perlas crujientes o macarons es uno de los encargos gourmet más solicitados junto con la tarta de maracuyá y chocolate blanco. Imposible no pensar en esa escena descrita (e ilustrada) al principio del artículo.
© CORTESÍA DE LE BEC-FIN MADRID.
LA CHEF MERCEDES LIÑERO, FUNDADORA Y LÍDER DE LE BEC-FIN.
En la imaginación de Mercedes, Mayte y María está el límite. Hay tanto entre lo que elegir que les hemos preguntado por sus favoritos y éstas han sido sus respuestas: la galleta capuccina, la tarta de Yuzu y el mini de frutos exóticos. Ahora, con sus recomendaciones muy presentes, solo queremos endulzar nuestra vida como hiciera Kirsten Dunst bajo las órdenes de Coppola.
Claudio Coello, 58. Madrid.
Ana Poyo
Fuente: Vogue
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