¿Es la solución sustituir el azúcar por otros edulcorantes? La respuesta dependerá de cuál elijamos.
“Está demostrado que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud; ya que está estrechamente relacionado con la obesidad y, como consecuencia, con multitud de enfermedades más. Por ello, los edulcorantes se han convertido en la opción ideal de muchas personas como sustitutivos del azúcar. La gran ventaja de estos aditivos es su potencial endulzante, muy superior al azúcar común pero, en el caso de los edulcorantes artificiales o sintéticos además son acalóricos, es decir, sin contenido calórico.
Precisamente, esto ha hecho que su utilización en la alimentación haya incrementado de forma considerable debido a la gran demanda de productos bajos en calorías que hay en la actualidad, manteniendo ese sabor dulce que tanto gusta y engancha. En algunos casos, como en personas con diabetes tipo 2, utilizar edulcorantes artificiales es buena opción para poder disfrutar de alimentos dulces ya que la mayoría de los edulcorantes artificiales no son metabolizados por el organismo y, por lo tanto, su consumo no aumentará los niveles de glucosa en sangre.
Pero, si no es el caso, siempre es mejor optar por edulcorantes naturales como la miel o la stevia; ya que son claramente más saludables”, explica Marta Lorenzo, nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, en línea con las recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que aconseja moderar el consumo de los aditivos artificiales.
¿Quién es quién en el mundo de los edulcorantes?
“Como todo en la vida, los edulcorantes artificiales en exceso no son tan beneficiosos, y pueden tener algunos efectos secundarios importantes, pero, como he dicho, consumiéndolos en grandes cantidades. Pueden perjudicar a nivel hormonal, potenciar enfermedades como el cáncer o alguna otra enfermedad poco común”, apunta la experta.
¿Dónde podemos encontrarlos? Los edulcorantes artificiales más consumidos o utilizados son:
- Sacarina y aspartamo. Se encuentran en refrescos, sidra, pescado o marisco en conserva, frutas, hortalizas elaboradas, chicle, helados, yogures, repostería, pastelería, salsas y productos dietéticos.
- Ciclamato. Se encuentra en refrescos, frutas, hortalizas elaboradas, yogur, chicle, helado, repostería, golosinas y pastelería.
- Sorbitol. Se encuentra en frutas y hortalizas elaboradas, cereales para desayuno, chicle, caramelos, repostería, pastelería, salsas. En el caso de este edulcorante artificial, las consecuencias de una ingesta excesiva puede causar diarreas debido a su efecto laxante e, incluso, si se consumen más de 40 gramos diarios puede causar dolor abdominal, mareos y flatulencias.
Por ello, la experta en nutrición nos recomiendan reducir, en la medida de lo posible, la cantidad de azúcar que tomamos a lo largo del día, sustituyéndolo por endulzantes naturales, como la miel, mucho más saludables y que, normalmente, contienen la mitad de calorías. Estas son algunas de las opciones que tienes a tu alcance, sin embargo, no olvides consumirlos con moderación.
- Miel natural. La miel es una estupenda alternativa, natural y saludable, a la cucharada de azúcar en el té o el café. La miel contiene fructosa, glucosa y un poco de sacarosa (mientras que el azúcar es pura sacarosa). Es la fructosa la que hace que apreciemos la miel mucho más dulce y pongamos menos cantidad -de esta manera, reducimos el número de calorías ingeridas-. Además, entre otros beneficios, la miel es rica en antioxidantes, que protegen el corazón; y también se le atribuyen otras propiedades como que mejora la memoria y aligera el estrés.
- Stevia. Está aprobada por la Autoridad Europea de Salud Alimentaria al tratarse de una sustancia inocua para la salud. Se trata de un edulcorante totalmente natural bajo en calorías que se obtiene de la hoja de un pequeño arbusto originario de la cordillera de Amambay, entre Paraguay y Brasil. Puedes utilizarlo para edulcorar bebidas, tanto frías como calientes (té, infusiones, café…), yogures, o, incluso utilizarla en la elaboración de postres. Algunos estudios apuntan, incluso, a que la stevia puede ayudar a reducir la presión sanguínea. Se considera una buena alternativa al azúcar porque no afecta a los niveles de azúcar en sangre; lo que la hace apta para ser consumida por personas diabéticas.
- Sirope de cereales o sirope de agave. Aunque es una sustancia natural, el sirope o néctar de agave que encontramos en herbolarios y otros establecimientos, ha sido procesado. Nutricionalmente, contiene pequeñas cantidades de calcio, potasio y magnesio. Como edulcorante, la textura del agave es similar a la miel y está considerado 1,5 veces menos dulce que el azúcar y aporta alrededor de 60 calorías por cucharada. Así, es un poco más calorico que el azúcar, pero menos dulce, por lo que puedes utilizar menos cantidad para alcanzar el mismo dulzor. La razón es que tiene mayor porcentaje de fructosa, que es menos dulce que la glucosa. Sin embargo, algunos estudios han encontrado que el consumo excesivo de fructosa puede causar daños a largo plazo elevando el colesterol o aumentando la presión arterial. Por eso, como el azúcar y los demás edulcorantes, hay que usarlo con moderación.
Fuente: Hola
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