Esta vez decidimos adentrarnos en su corazón líquido, sí, así como lo leen, su corazón ronero qué es el gran tesoro de su esencia desde 1493, cuando Cristobal Colón introdujo la caña de azúcar a Cuba, y donde sus pobladores aprovecharon el néctar de este fruto para crear la "tafia" lo que sería el primer ancestros del ron.
Fabricar esta bebida se ha regido por ser 100% cubano. Su sabor viene de su tierra donde se cultiva la caña, regadas con sus aguas, recolectada por las manos de sus nacionales y procesada por expertos roneros qué han hecho de esta bebida su estilo de vida.
El Ron Havana Club
Si bienes cierto que existen más marcas de ron, Ron Havana Club es símbolo del nacionalismo cubano, precursor del ron ligero y, sus mezclas añejas y extra añejas.
Crear esta bebida de dioses conlleva procesos largos supervisados por artesanos del ron, maestros del ron cubano que guardan en su paladar la experiencia y secretos del sabor. Ellos son capaces de identificar desde el agua ardiente el ron en cada una de las etapas de fabricación hasta llegar al producto final, conocimiento que se transmite de generación en generación.
Tuvimos la oportunidad de recorrer una de las fábricas de Havana Club, ubicada en San José de las Lajas en la Habana, acompañados del Maestro Ronero Asbel Morales, que a grandes rasgos nos explicó, en 3 pasos, detalles importantes del ron que todos debemos conocer.
El maestro del Ron cubano Asbel Morales, con casi tres décadas de experiencia es uno de los encargados de supervisar los procesos de este destilado. / Foto | Cortesía Ron Havana Club
I. De la caña al aguardiente
Cultivada y cosechada en territorio cubano, como lo establece su política, de la caña de azúcar se obtiene la melaza, el jugo de la caña que con su fermentación y destilación continua se convierte en la base del sabor y aroma del ron.
"Para tener un buen ron lo primero que se debe obtener es el aguardiente, un aguardiente fuerte pero delicado y que va a transmitir el perfil etílico al ron", puntualizó Asbel.
de la caña de azúcar se obtiene la melaza, el jugo de la caña que con su fermentación y destilación continua se convierte en la base del sabor y aroma del ron. / Foto | Cortesía Ron Havana Club
II. Proceso de añejamiento y mezclas
El aguardiente se pasa a los barriles de roble blanco donde el tiempo irá trazando el destino de esta base.
Cabe señalar que para este proceso los barriles previamente debieron alojar alguna otra bebida espirituosa en su interior, es decir debieron servir en la añejamiento, fermentación y destilado quizá de algún whisky, brandy o coñac.
El aguardiente pasa por al menos dos etapas de añejamiento, "al terminar la primera etapa se purifica, extrayendo todo lo bueno que haya salido del proceso de envejecimiento. Aquí, está listo para producir rones, pero no comerciales. Rones frescos, bases que van a regresar nuevamente a las barricas para pasar por otra etapa de añejamiento, para que en un par de años más este listo para producir el ron comercial".
Según explicó Asbel, el tiempo de añejamiento del aguardiente dentro de los barriles depende de muchos factores y no siempre es el mismo. Por si creías qué un ron de 15 años es por que tiene 15 años de añejamiento, la verdad es que su base puede tener muchos años más de los que señala la etiqueta.
"Las mezclas son diferentes, una bebida de 7 años puede tener bases extra añejas desde 1970".
Crear el ron es una mezcla sucesiva de añejamientos, por lo que una bebida de 7 años puede tener bases extra añejas desde 1970. / Foto | Carmen Ortega
III. Embotellado y distribución
Una vez que el aguardiente alcanza el punto exacto, da paso al ron y esta listo para llegar a las botellas.
Aproximadamente se producen 120 mil botellas diarias, cerca de 12 mil botellas por hora son las se consiguen.
La fábrica cuanta con dos procesos, el automático qué es donde se embotella la selección más comercial, donde los trabajadores sólo se encargan de colocar las botellas y las máquinas se encargan del resto.
El embotellado semi automático es un poco más artesanal, este se emplea para la selección especial, la producción es limitada y selecta por lo que requiere mayor detalle.
Y ahora sí, a disfrutar de su sabor.
Una vez que el aguardiente alcanza el punto exacto, da paso al ron y esta listo para llegar a las botellas. / Foto | Carmen Ortega
El ron, el néctar de los bares cubanos
Quién no ha escuchado de disfrutar un clásico Mojito en la Bodeguita de en Medio, o quizá un rico Daiquirí o un Papa Hemingway en el El Floridita. Si bien es cierto que son los restaurante-bar más populares de la vieja Habana no son los únicos establecimientos en los que puedes brindar a salud de los santos con un buen ron.
Ubicado en un típico barrio de La Habana, el Hostal Restaurante La Concordia cuenta con una terraza que en las noches te permite disfrutar de la belleza de la ciudad.
Carmen Ortega
Fuente: Publimetro
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