La introducción de proteínas vegetales en la dieta reduciría el colesterol y hasta un 30% el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares
El consumo de proteína de soja ejerce un efecto reductor del colesterol continuado en el tiempo, concluyen investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) en base a un meta-estudio que abarca datos extraídos de docenas de ensayos clínicos a lo largo de dos décadas.
Soja, tofu y otros productos derivados © Yuttadanai Mongkonpun.
Estas conclusiones han sido publicadas en el Journal of the American Heart Association y sirven de contrapunto a la propuesta de la principal autoridad estadounidense en materia de seguridad alimentaria, la U.S. Food and Drug Administration, de revocar la consideración de la soja como alimento cardiosaludable.
"En ningún momento se ha cuestionado la idea original de que la soja tiene la capacidad de reducir los niveles séricos de colesterol", sostiene David Jenkins, profesor de Ciencias Nutricionales y Medicina de la Universidad de Toronto. "Los datos no han cambiado. Se han mantenido consistentes desde 1999".
Los investigadores han comprobado un descenso tanto en el colesterol total como en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, que no es otro que el LDL o 'colesterol malo', vinculado a un aumento del riesgo cardiovascular.
Este efecto, insisten, se mantiene a lo largo de los 46 ensayos citados por la FDA en 2017, la primera fecha en la que propuso derogar la postura sobre los beneficios de la soja porque las pruebas más recientes arrojaban resultados variables.
"En ocasiones se dan casos de regresión a la media, en la que los análisis de pequeños estudios producen grandes efectos que disminuyen con el tiempo a medida que las muestras se amplían y los resultados se vuelven más precisos", explica otro de los autores, John Sievenpiper, que también es investigador clínico en el St. Michael's Hospital.
"Eso también ocurrió con el aceite de pescado, por ejemplo. Pero en ese caso, nada cambió", subraya. Para este trabajo, realizaron un meta-análisis acumulativo que les permitió observar los efectos de la soja en todos los ensayos combinados, pero con la posibilidad de incorporar en diferentes momentos temporales los datos de nuevos trabajos.
"Estos datos refuerzan poderosamente la lógica detrás del argumento en favor de los beneficios cardiosaludables de la soja", insiste Jenkins. "Y es importante destacar que, si bien la reducción del colesterol no superó el 5% por este consumo en sí, si lo sumas a los efectos de otras comidas a base de vegetales obtienes unos resultados mucho más fuertes".
David Jenkins, pionero de la nutrición moderna. Universidad de Toronto.
El científico canadiense formó parte del equipo que popularizó en los años 80 el concepto de índice glucémico, que muestra los efectos de distintos alimentos sobre los niveles de azúcar en sangre. Su proyecto más reciente ha consistido en desarrollar la denominada 'dieta portafolio' (Portfolio diet) que incluye nueces, proteína vegetal, fibra dietaria soluble y esteroles vegetales.
Todo sumado, la reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares alcanza el 30%, y la 'dieta portafolio' forma parte de las guías de recomendaciones de asociaciones como Heart UK y la Sociedad Europea de Aterosclerosis. La propia FDA y su agencia homóloga canadiense mantienen recomendaciones similares sobre otros alimentos de base vegetal, por lo que Jenkins lamenta que "la tomen con la soja".
"Es descorazonador. Si tumbas una de las patas del taburete, nada sostiene a las demás precisamente cuando las preocupaciones por la salud y el medioambiente están precisamente acercando al público general las dietas basadas en vegetales", lamenta el investigador.
Algunos de los ejemplos que cita son el 'Impossible whopper' de Burger King, una hamburguesa vegetal con base de soja que se comercializará a nivel nacional en EEUU a finales de año y que mantiene, según las pruebas con consumidores, el sabor y el aspecto de la carne.
"Estamos llegando a la era de las proteínas vegetales, y sería una lástima que este impulso se vea lastrado", concluye Jenkins. "Los productores de comida de base vegetal, la industria alimentaria y los distribuidores necesitan toda la ayuda posible para que sus productos sean accesibles".
Fuente: El Español
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