“La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición —una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular— es un elemento fundamental de la buena salud. Una incorrecta nutrición puede afectar negativamente al sistema inmune, alterar el desarrollo físico y mental, aumentar la vulnerabilidad a enfermedades y reducir la productividad”.
Así se expresaba la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo del Día Mundial de la Nutrición celebrado el pasado 28 de mayo, con recomendaciones como la de incluir supercereales —como la avena— en un momento clave del día como el del desayuno, una excelente forma de asegurar una fuente de energía suficiente para toda la mañana, además de aportar una serie de beneficios para el organismo.
Avena con yogur, con helados, con fruta variada… son, además de buenas propuestas nutricionales, unas sugerencias fresquitas y sanas para los meses más calurosos del año, muy fáciles y cómodas de incluir en la dieta veraniega. Y para ello, una marca experta en este supercereal, Quaker, ofrece algunas propuestas, cómodas y rápidas de preparar como este Pan de plátano, avena y canela.
Pan de plátano, avena y canela
INGREDIENTES
- 3 plátanos maduros
- 2 cucharadas soperas de mantequilla
- 1 cucharada sopera de canela en polvo
- 1 y ½ taza de harina de trigo
- ½ taza de copos de avena ‘Quaker’
- 2 huevos
- ½ cucharadita de postre de levadura en polvo
- 1 cucharadita de café de esencia de vainilla
ELABORACIÓN
- Precalentamos el horno a 170 ºC, mientras preparamos el pan. Pelamos y troceamos los plátanos, y los salteamos en una sartén con la mantequilla y la canela en polvo, durante unos 3 minutos. Los retiramos de la sartén y los colocamos en un plato para aplastarlos con un tenedor hasta obtener un puré.
- En un bol mezclamos los huevos con el azúcar, la harina y los copos de avena. Añadimos el puré de plátano y mezclamos muy bien.
- Vertemos la mezcla en un molde rectangular (tipo plumcake) de silicona o previamente engrasado y horneamos la masa durante unos 35 minutos. Retiramos el pastel del horno y esperamos unos 5 minutos antes de desmoldar. Lo dejamos enfriar completamente en una rejilla y, cuando esté preparado para comer, cortamos y servimos.
Notas de cocina. Es importante que los plátanos estén maduros para que tengan esa dulzura especial y la textura perfecta, si no será más difícil aplastarlos. Se pueden incorporar frutos secos o coco rallado para un extra de sabor
Fuente: Diario de Gastronomía
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