Klatch Coffee Roasters sirve la exclusiva infusión, el Elida Natural Geisha 803, en sus sucursales. El 803 en el nombre se refiere al precio récord por libra pagado por los granos orgánicos en una subasta de café especializado en Panamá
Una cafetería de California prepara lo que dice es el café más caro del mundo: a 75 dólares la taza.
Bo Thiara, propietario de Klatch Coffee, sostiene una taza del caf Elida Natural Geisha en su tienda en San Francisco. Foto: AP
Klatch Coffee Roasters sirve la exclusiva infusión, el Elida Natural Geisha 803, en sus sucursales del sur del estado y San Francisco.
El 803 en el nombre se refiere al precio récord por libra pagado por los granos orgánicos en una subasta de café especializado en Panamá, donde la limitada oferta desató una guerra de pujas en la que se definió su precio astronómico, dijo Bo Thiara, copropietario del café Klatch en San Francisco.
Sólo 45 kilos (100 libras) de los granos estuvieron a la venta, y la mayor parte fueron enviados a Japón, China y Taiwán, según el sitio web de Klatch, que dice logró adquirir 4.5 kilos (10 libras) y es la única cadena en Norteamérica en ofrecerlo.
Daniel Karel prueba una degustación de café Elida Natural Geisha en el café Klatch en San Francisco. El café de California está elaborando lo que se llama el café más caro del mundo: 75 dólares por taza.
Describe el café como una variedad rara de arábiga de Panamá que tiene un sabor floral similar al té con toques de jazmín y moras.
Los 4.5 kilos de granos producirán unas 80 tazas de café, señaló Thiara.
Algunos pocos amantes del café pudieron probar muestras gratis el miércoles en la sucursal de San Francisco, donde había letreros que anunciaban “El café más caro del mundo”.
Una de ellas era Lauren Svensson, residente de esa ciudad, que dijo que era “muy distinto” a cualquiera que haya probado.
“Me sorprendía el hecho de que pueda existir una taza de café que costara 75 dólares”, señaló, “pero estaba increíblemente bueno”.
Su amigo Charlie Sinhaseni también se dijo complacido por la muestra gratis que probó.
“Cuando lo vi por primera vez, pensé que sería hiperpretencioso, y pensaría en todas las distintas clasificaciones de sabores para el café, pero estaba demasiado ocupado disfrutándolo”, afirmó.
Fuente: Vanguardia
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