El café es una bebida que consumimos por varias razones; para satisfacer un antojo o gusto, para mantenernos despiertos o como desayuno. Antes de que se inventaran las cafeteras existían varias maneras de consumir café, porque como sabemos, en la antigüedad los humanos utilizaban diferentes plantas y frutos para conseguir energía, pues recorrían varios kilómetros en busca de refugio y alimento. Es importante destacar que el consumo de café como lo conocemos hoy en día tuvo cabida, aproximadamente, hasta mitades del siglo XVIII. Te compartimos algunas formas de preparación populares antes de la invención de las primeras cafeteras.
El hombre primitivo era nómada, lo que quiere decir que viajaba por el territorio en busca de comida. Se sabe que inicialmente era recolector y su dieta se basaba en insectos y frutos, cuando aprovechaba gran cantidad de los recursos (frutos, plantas, etcétera) continuaba su camino en búsqueda de otro lugar, incluso los animales que cazaba eran los que guiaban su ruta.
Este comportamiento de consumir bayas y frutos silvestres no dejó de ser parte de la conducta alimenticia del hombre primitivo y dentro de esas bayas se encontraba el café, del que obtenían energía para sus largas caminatas y jornadas de caza. No es casualidad que las primeras plantas primitivas del café tengan su origen en África. En la actualidad, se ha innovado y se pueden conseguir granos de café tostado cubiertos de chocolate para degustar como bocadillo, eso es una muestra de la evolución de una costumbre tan ancestral.
Infusión de las hojas del café
Antes de que el Hombre se percatara de que del grano del café podía obtenerse una bebida y consumirse de la manera en la que lo consumimos ahora, hacía infusiones con las hojas de la planta del café para aliviar la fatiga y como bebida medicinal. Se cree que fue hasta que, de manera accidental, algunas bayas o granos de la planta cayeron en agua cuando comenzó la experimentación y búsqueda de diversos métodos para sacar provecho de esta planta perteneciente a la familia Rubiaceae.
Como podemos darnos cuenta, la evolución que ha tenido el consumo del café es diverso y, quizá, hay muchas otras formas de consumo que no pasaron a la historia, pero lo que es interesante es voltear atrás y descubrir lo que sucedía antes del invento de las cafeteras.
Bayas silvestres
El hombre primitivo era nómada, lo que quiere decir que viajaba por el territorio en busca de comida. Se sabe que inicialmente era recolector y su dieta se basaba en insectos y frutos, cuando aprovechaba gran cantidad de los recursos (frutos, plantas, etcétera) continuaba su camino en búsqueda de otro lugar, incluso los animales que cazaba eran los que guiaban su ruta.
Este comportamiento de consumir bayas y frutos silvestres no dejó de ser parte de la conducta alimenticia del hombre primitivo y dentro de esas bayas se encontraba el café, del que obtenían energía para sus largas caminatas y jornadas de caza. No es casualidad que las primeras plantas primitivas del café tengan su origen en África. En la actualidad, se ha innovado y se pueden conseguir granos de café tostado cubiertos de chocolate para degustar como bocadillo, eso es una muestra de la evolución de una costumbre tan ancestral.
Infusión de las hojas del café
Antes de que el Hombre se percatara de que del grano del café podía obtenerse una bebida y consumirse de la manera en la que lo consumimos ahora, hacía infusiones con las hojas de la planta del café para aliviar la fatiga y como bebida medicinal. Se cree que fue hasta que, de manera accidental, algunas bayas o granos de la planta cayeron en agua cuando comenzó la experimentación y búsqueda de diversos métodos para sacar provecho de esta planta perteneciente a la familia Rubiaceae.
Como podemos darnos cuenta, la evolución que ha tenido el consumo del café es diverso y, quizá, hay muchas otras formas de consumo que no pasaron a la historia, pero lo que es interesante es voltear atrás y descubrir lo que sucedía antes del invento de las cafeteras.
Fuente: Krups
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