Las natillas borrachas es uno de esos postres con carácter propio. Sobre una base tradicional le vamos a dar el punto de gracia que necesitará.
Las natillas borrachas es uno de esos postres con carácter propio. Sobre una base tradicional le vamos a dar el punto de gracia que necesitará. Las natillas son un dulce clásico que se prepara de forma fácil y rápida. No debemos caer en el error de comprarlas ya listas, son muy sencillas de cocinar con leche, huevos, azúcar y harina de maíz, podemos crear una obra maestra de la repostería. Estas natillas tendrán una base de bizcochos de soletilla con un aroma a ron que las convertirán en un postre con mucha personalidad. Toma nota de cómo cocinar unas natillas borrachas impresionantes.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 5 cucharadas de azúcar
- ½ l de leche
- 1 limón
- Harina de maíz
- Canela en rama
- Bizcocho de soletillas
- Ron o brandy
- Merengue o nata
- Canela en polvo
Cómo preparar unas natillas borrachas
- Empezamos esta increíble receta preparando las natillas. Ponemos en un cazo la leche a calentar. Para aromatizar esta leche le añadiremos un poco de cáscara de limón y la canela en rama.
- Mientras la leche se va calentando vamos poniendo en un bol las yemas de huevo y el azúcar. Vamos mezclando hasta crear una salsa que haya doblado su tamaño. Habrán adquirido un color pálido y una textura crema.Le agregamos a esta base la harina de maíz, vamos mezclando antes de la llegada de la leche. Colaremos la leche y la incorporamos a esta mezcla con cuidado, evitando que se formen grumos.
- Con todo mezclado vamos a ir calentando al baño maría hasta que cojan consistencia. Se sabe que las natillas están en su punto porque desaparece la espuma de la parte superior y nos queda una base de color intenso con una consistencia marcada.
- Cuando tenemos listas las natillas las dejamos en el recipiente para que se vayan enfriando mientras preparamos la base. Usaremos unos bizcochos de soletilla. Los vamos remojando en el ron o el brandy.
- Colocamos los bizcochos en el fondo. Sobre estos bizcochos vamos a ir vertiendo las natillas. Deben estar templadas para conseguir el efecto que necesitamos.
- Para darle un poco de volumen, aprovechamos las claras de los huevos o un poco de nata. Montamos a punto de nieve y le añadimos un poco de azúcar para que tengan una cierta consistencia.
- Ponemos el merengue sobre las natillas, para coronar el plato le añadimos un poco de canela en polvo o chocolate. Tendremos listo un postre delicioso muy fácil de preparar que sorprenderá por su sabor y textura.
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