- Se llaman bargueños, igual que este obrador boutique que acaba de abrir en José Abascal
- También se pueden probar de foie y pistacho, de tapenade y anchoa o de fabada
Bargueño de callos.
EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA
Con todo esto, podemos decir que se trata de una elaboración artesana, con doble fermentación de más de 24 horas (de ahí los alveolos dignos de cualquier pan de masa madre). Dicho esto, lo más sorprendente son los rellenos, una combinación de productos salados y dulces, que los convierten en únicos.
Dentro de la variedad de sabores, es posible probar bargueños de foie y pistacho, de tapenade y anchoa, de sobrasada y almendras o de sabores más curiosos como los callos a la madrileña o la fabada asturiana. Entre los dulces, los hay de nata, de fresa, de dulce de leche, de trufa, de mango, de nutella... Y se pueden solicitar en varios tamaños (grande, mediano o bargueñito). Una opción perfecta para disfrutar en el desayuno con un café, de aperitivo con un vino, merienda o de postre en su versión dulce.
DATOS DE INTERÉS:
Dónde: José Abascal, 29. Madrid. Cuándo: de martes a sábados, de 10 a 14 y de 17 a 20 h. Cuánto: bargueñito, desde 3,50 euros; mediano, desde 8 euros; grande, desde 15 euros. Más información: www.rosconeriabargueno.com
Fuente: El Mundo
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