1. Sigue la receta
Si tuviera que resumir todo este artículo en un solo consejo sería precisamente este. Todo está en la receta, desde precalentar el horno hasta si debes o no engrasar el molde. Lo mismo ocurre cuando se trata de utilizar mantequilla a temperatura ambiente, en vez de fría o derretida. Pero en vez de retenerlo todo en tu cabeza, haz lo que dice la receta.
2. Mide los ingredientes correctamente
Pesa todos los ingredientes antes de comenzar con la receta, ya que de lo contrario la misma podría no salir bien. Busca recetas que enumeren los ingredientes en gramos.
3. Usa ingredientes frescos
La principal prioridad aquí es la de los agentes de fermentación química como el bicarbonato de sodio y el polvo de hornear, ya que pierden gran parte de su efectividad después de seis meses, lo que significa que lo que hornees no crecerá como debería. Por otro lado, las especias como la nuez moscada, la canela y los clavos de olor también perderán su potencia.
4. No mezcles tanto
Las masas, generalmente, se hacen con harina y la harina contiene gluten, que se vuelve cada vez más elástica a medida que la revuelves, la bates y la amasas. Con una masa de pizza es posible que lo desees, pero con una masa de tarta no. La buena noticia es que tu receta te dirá cuánto mezclar o amasar la masa y con qué intensidad hacerlo.
5. Calibra tu horno
El problema aquí es que la temperatura de tu horno podría no ser realmente la que has configurado. Si configuras tu horno a 180 °C, pero solo calienta hasta 150 °C, tu receta no saldrá bien.
6. Usa bandejas claras
La razón de esto es que las bandejas de color oscuro tienden a absorber mucho más calor que las clara y esto puede hacer que tus pasteles o galletas se quemen.
7. Usa mantequilla sin sal
Una vez más, la receta seguramente lo especificará, así que sigue la receta. Pero, en caso de que no lo diga, utiliza mantequilla sin sal.
8. Raspa el tazón para mezclar
Si te decides mezclar la masa con una batidora seguramente lo que quieres es que los ingredientes queden bien mezclados, pero esto no siempre es posible. Por tanto, para la máquina y raspa los laterales del recipiente.
9. Mantén el horno cerrado
Mirar dentro para ver cómo van las cosas es realmente tentador, pero no es una buena idea. Si estás horneando un pastel, no abras la puerta, ya que de esa forma el calor se irá y correrás el riesgo de que el pastel se hunda.
Si sigues estos consejos, sin duda alguna podrás mejorar tus habilidades para hornear y serás el/la mejor.
Fuente: Placer al plato
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