Foto: Dicoval |
La etiqueta de un vino es el acta de nacimiento del mismo; allí se ve reflejada toda la información que necesito y también me puede dar un parámetro del estado actual del vino. El primer dato que requiero es el nombre del vino, a veces por ser un vino conocido se coloca el nombre del productor, y debajo, en letra más chica, el nombre del producto. Normalmente nos vamos a los vinos conocidos porque nos gustaron o porque nos los habían recomendado.
El segundo dato es el origen. En el etiquetado del vino debe incluir de forma obligatoria el origen del vino, aunque en la venta a nivel internacional se puede hacer la referencia del país en donde nace este vino. Por ley se debe de especificar la región, y en caso de tenerla, la denominación de origen, que hace que el vino tenga mayor calidad; no es lo mismo tomar un vino con denominación de origen Montepulciano D’abruzzo, que un vino da távola, que no se sabe a ciencia cierta de qué parte de Italia proviene.
El siguiente factor es el año, cuando las uvas fueron cosechadas para su posterior elaboración. Es importante saber tres cosas: 1) si van a comprar vino blanco y la cosecha dice 2012 es un vino caduco, con 8 años en botella; 2) los vinos blancos tienen una curva de evolución de 2 a 4 años y los vinos tintos de 3 a 8 años según el método de envejecimiento (esa frase trillada de “usted está como los vinos, cuanto más añejo mejor” es una falacia, ya que los vinos se avinagran. Colocar el año en la botella puede ser un indicativo de la calidad del producto, si la cosecha fue excelente.
Otro dato es la variedad de uva, se refiere al tipo Merlot, Malbec, Carmenere, Shiraz, Cabernet Sauvignon, Chardonnay , etc. Salvo algunos productores celosos franceses que no colocan su tipo de uva, el resto sí debe llevar ese dato.
Otro de los datos que debe llevar la botella en su etiqueta es la gradación de alcohol, cada variedad de vino tiene su propia gradación, y el consumidor tiene que tener siempre esa información.
Y por último, la capacidad volumétrica, que es para saber cuántos mililitros o centilitros tiene una botella; el estándar de las botellas es de 750 ml, sin embargo, hay determinadas botellas más grandes tipo Magnum (de 1.5 litros) o más chicas (375ml), dependiendo del gusto del consumidor.
Otros datos adicionales que deben de tener las botellas es si contienen sulfitos, por las alergias a este compuesto a base de azufre que se utilizan en los vinos para la conservación de los mismos.
José Carlos Palacios Sommelier
Fuente: Diario de Yucatán
No hay comentarios. :
Publicar un comentario