Una receta que puede convertirse en tu plato estrella
La calabaza es uno de los productos más interesantes y versátiles de la temporada. Esta receta, en la que la combinamos con naranja, es supersencilla y socorrida, ideal para cenas ligeras o para el tupper del trabajo. ¿Tu plato estrella del otoño?
Sopa de calabaza y naranja. / CORTESÍA DE MARTÍN BERASATEGUI
SOPA DE CALABAZA Y NARANJA
- AUTOR: Martín Berasategui
- CATEGORÍA: Sin gluten y otoñal
- RACIONES: Para cuatro personas
- DIFICULTAD: Muy fácil
INGREDIENTES
- 500 g de pulpa de calabaza (auyama)
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 50 g de cebolla picada
- ½ l de caldo o de agua
- 1 pastilla de caldo concentrado (si empleamos el agua en vez del caldo)
- 1 tira de piel de naranja (sin la parte interior blanca)
- 100 g de queso fresco de buena calidad
- Sal
ELABORACIÓN
- Pelamos la calabaza y la troceamos en pedazos menudos, de forma que el peso sea de medio kilo. Entonces en una cazuela amplia, añadimos 1 cucharada de aceite y lo arrimamos a fuego medio, introduciendo la cebolla, unos granos de sal y los trozos de calabaza. Rehogamos durante 5 minutos, sin que coja color en absoluto, justo que sude la verdura. Ahora tenemos dos opciones. O añadimos caldo de verdura o de carne o, en su defecto, la misma cantidad de agua caliente y una pastilla de caldo concentrado de buena calidad. Además, deslizamos en el interior la piel de naranja.
- Cocemos el conjunto a ligeros borbotones durante 20 minutos, añadiendo justo al comenzar una pizca de sal.
- Pasado el tiempo retiramos con ayuda de una espumadera la piel de naranja e introducimos la mezcla en el vaso de una batidora y accionamos la máxima potencia, añadiendo por la boca del vaso de la batidora el queso fresco y las 3 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen. Si no queremos manchar el vaso de batidora, a pesar de que queda mucho más fina la sopa, podemos batirla introduciendo el brazo de una batidora de mano directamente en la cazuela y añadiendo los ingredientes detallados.
- Rectificamos el sazonamiento y si nos empeñamos en que quede bien fina y aterciopelada, a pesar de no ser necesario, podemos pasarla a través de un colador de malla fina directamente a la sopera donde vayamos a servirla. Cuidado con las salpicaduras que podemos quemarnos.
Fuente: Cadena SER
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