Si eres ‘cafeínomana’ esto te interesa. Y si no lo eres, también. Te contamos, con la ayuda de la doctora Ballesteros, todo lo bueno y lo malo del café
El café despierta pasiones. Después del agua, es la segunda bebida más consumida en el mundo. Son muchas las voces que alertan sobre su lado malo, al tiempo que crecen los argumentos en defensa de su lado bueno.
© Josefina Andrés. Realización: Berta Álvarez
Según la Organización Internacional del Café, en España consumimos unas 14.000 millones de tazas de café al año, lo que nos sitúa entre los 20 primeros países cafeteros, una lista que lidera desde hace años Finlandia.
Más allá de las cifras, los españoles nos posicionamos claramente a favor de esta bebida que, a pesar de su gran popularidad, también tiene sus detractores. Y es que la cafeína –el ingrediente más conocido del café– no goza de muy buena prensa.
No obstante, la mayoría de los mitos sobre esta bebida se han construido sobre “la disparidad entre los efectos teóricos de la cafeína, polifenoles y otras sustancias incluidas en el café y los efectos reales que pueden observarse a las cantidades consumidas habitualmente.
Debemos pensar que lo que tomamos es una infusión de la planta, por lo que las dosis que realmente consumimos de la mayoría de esas sustancias son excesivamente pequeñas para que podamos observar ningún efecto”, manifiesta la doctora María D. Ballesteros, especialista en Endocrinología y Nutrición del Complejo Asistencial Universitario de León y coordinadora del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), quien señala la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que la ingesta de hasta 400 mg por día (el equivalente a 4-5 cafés expresos) consumido a lo largo del día, no plantea problemas de seguridad para los adultos sanos. Es el momento de poner los puntos sobre las ‘íes’.
#1. La cafeína no solo está en el café ni es la causa de todos los efectos que se le atribuyen. “Este compuesto recibe otros nombres (guaranina, teína, mateína) relativos a las plantas de donde se puede extraer pero que son en realidad la misma molécula de cafeína. Los distintos efectos atribuidos a las variadas fuentes naturales de cafeína podrían deberse al hecho de que esas distintas plantas también contienen mezclas ampliamente variables de otros compuestos” aclara la doctora María D. Ballesteros. Y puntualiza que es una bebida estimulante por su contenido de cafeína pero además es una mezcla compleja de más de mil compuestos bioactivos (muchos de ellos con propiedades antioxidantes). Es este combo de compuestos lo que dan al café sus propiedades (unas reales; otras, de prestado). “La cafeína es un alcaloide que actúa como una droga psicoactiva –explica la endocrinóloga–; es un estimulante del sistema nervioso central y se metaboliza en el hígado dando lugar a tres sustancias –paraxantina 84%), teobromina (12%) y teofilina (4%)–”.
#2. ¿El café es bueno para adelgazar porque quema grasas?. No. Es cierto que paraxantina incrementa la lipólisis (destrucción de la grasa), pero, según la doctora Ballesteros, estos efectos se han observado solo a dosis mucho mayores de las que puede contener el café. “En cualquier caso, hemos de recordar que no existen los “quemagrasa” y que el tratamiento de la obesidad va más allá de quemar grasas puesto que es una enfermedad metabólica compleja cuyo tratamiento debe ser prescrito por un médico”.
#3. El café deshidrata. No necesariamente. La teobromina, la otra sustancia en la que se metaboliza el café y que también está presente en el cacao, dilata los vasos sanguíneos e incrementa el volumen de orina. Tiene un efecto diurético si se administran dosis suficientes de cafeína a individuos que no tienen tolerancia a ella; pero según la endocrinóloga, los consumidores regulares desarrollan una fuerte tolerancia a este efecto. “Los estudios generalmente no han podido demostrar la creencia general de que el consumo regular de bebidas cafeinadas contribuye significativamente a la deshidratación”.
#4. El café es bueno para el corazón. Según la doctora Ballesteros, hay estudios que sugieren ciertos efectos beneficiosos en este campo: “En 2017, Poole et al. publicaron una revisión de estudios al respecto que concluyó que el café tenía más beneficios que riesgos para la salud. Los autores refieren que la ingesta de 3-4 tazas al día podría asociarse a una reducción de mortalidad y de enfermedad cardiovascular, así como a posibles reducciones de riesgo de cáncer y de diabetes tipo 2”. Sin embargo, añade que esto no implica necesariamente que aumentar la ingesta de café a nivel individual reduzca estos riesgos, “puesto que puede haber otros factores para explicar ese efecto. No disponemos de ensayos clínicos suficientemente potentes para establecer claramente estos posibles beneficios”. Aunque parece que en dosis normales puede ser un protector cardiovascular, un artículo publicado el año pasado el American Journal of Clinical Nutrition expone que cuando las dosis consumidas son demasiado altas se ha asociado a lo contrario, a una mayor mortalidad cardiovascular.
#5. Las embarazadas no deberían tomar café. Cierto. El mismo estudio de Poole et al, desaconsejaba el consumo de altas cantidades de café durante el embarazo, por su asociación a recién nacidos de bajo peso o prematuros. Es más, la vida media de la cafeína aumenta durante el embarazo, por lo que la dosis consumida antes del embarazo, puede resultar perjudicial en la etapa de gestación. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, en embarazadas, la ingesta de cafeína procedente de todas las fuentes de hasta 200 mg por día no plantea problemas de seguridad para el feto.
#6. El café es bueno para el cerebro. Puede mejorar momentáneamente las funciones cognitivas, ya que al estimular el sistema nervioso central, restaura temporalmente el nivel de alerta, mejora la capacidad de concentración y elimina la somnolencia. “En algunos estudios, refiere la doctora Ballesteros, el consumo de café se ha relacionado con menor riesgo de Parkinson, depresión y demencia, pero otra vez las pruebas no son concluyentes”.
#7. ¿El café alivia las resacas? La cafeína es vasoconstrictora, por lo cual se suele emplear junto con los analgésicos para el alivio rápido del dolor de cabeza. El efecto analgésico de la cafeína también está favorecido por su interacción con otros analgésicos, promoviendo la absorción gástrica. Además, como se ha comentado, produce un efecto temporal de restauración del nivel de alerta y eliminación de la somnolencia que puede ser beneficioso en estos casos.
#8.¿El café es tóxico? “El consumo en cantidades excesivas puede producir una intoxicación, denominada cafeinismo, que se relaciona con insomnio, nerviosismo, irritabilidad, aumento de la diuresis y problemas gastrointestinales. En algunas personas, continúa la especialista en Endocrinología y Nutrición, los síntomas pueden aparecer cuando se consumen cantidades muy pequeñas, del orden de 250 mg por día. Cada persona muestra cierta tolerancia a la cafeína. Más allá de un gramo al día puede producir contracciones musculares involuntarias conocidas como fasciculaciones, arritmia cardíaca, y agitaciones psicomotrices. “Los síntomas de la intoxicación con cafeína son similares a los del pánico y de ansiedad generalizada”. También puede afectar a la tensión arterial cuando se consume en dosis altas, por lo que a las personas hipertensas se les recomienda moderar o evitar su consumo.
#9.El café crea adicción. Un consumo crónico excesivo de cafeína puede generar dependencia y es la base para entender el síndrome de abstinencia, ya que cuando se suspende abruptamente la cafeína, se genera una ‘tormenta de adenosina’ la cual se asocia a vasodilatación y a un aumento significativo en el flujo sanguíneo cerebral. Estos cambios fisiológicos son los responsables de la cefalea por supresión de cafeína.
#10.El café ayuda al rendimiento deportivo. Según explica la doctora Ballesteros, unos primeros estudios demostraron la existencia de mejoras en la resistencia de los ciclistas al compararlas con las obtenidas cuando se consumía una bebida placebo y estudios recientes indican que la cafeína incrementa temporalmente la fuerza en deportes como la halterofilia. “De nuevo, concluye la especialista, las dosis necesarias para estos efectos superan a las que se consumen habitualmente, por lo que podemos decir que el café como bebida no supone una mejoría en el rendimiento, pero tampoco un riesgo”.
#1. La cafeína no solo está en el café ni es la causa de todos los efectos que se le atribuyen. “Este compuesto recibe otros nombres (guaranina, teína, mateína) relativos a las plantas de donde se puede extraer pero que son en realidad la misma molécula de cafeína. Los distintos efectos atribuidos a las variadas fuentes naturales de cafeína podrían deberse al hecho de que esas distintas plantas también contienen mezclas ampliamente variables de otros compuestos” aclara la doctora María D. Ballesteros. Y puntualiza que es una bebida estimulante por su contenido de cafeína pero además es una mezcla compleja de más de mil compuestos bioactivos (muchos de ellos con propiedades antioxidantes). Es este combo de compuestos lo que dan al café sus propiedades (unas reales; otras, de prestado). “La cafeína es un alcaloide que actúa como una droga psicoactiva –explica la endocrinóloga–; es un estimulante del sistema nervioso central y se metaboliza en el hígado dando lugar a tres sustancias –paraxantina 84%), teobromina (12%) y teofilina (4%)–”.
#2. ¿El café es bueno para adelgazar porque quema grasas?. No. Es cierto que paraxantina incrementa la lipólisis (destrucción de la grasa), pero, según la doctora Ballesteros, estos efectos se han observado solo a dosis mucho mayores de las que puede contener el café. “En cualquier caso, hemos de recordar que no existen los “quemagrasa” y que el tratamiento de la obesidad va más allá de quemar grasas puesto que es una enfermedad metabólica compleja cuyo tratamiento debe ser prescrito por un médico”.
#3. El café deshidrata. No necesariamente. La teobromina, la otra sustancia en la que se metaboliza el café y que también está presente en el cacao, dilata los vasos sanguíneos e incrementa el volumen de orina. Tiene un efecto diurético si se administran dosis suficientes de cafeína a individuos que no tienen tolerancia a ella; pero según la endocrinóloga, los consumidores regulares desarrollan una fuerte tolerancia a este efecto. “Los estudios generalmente no han podido demostrar la creencia general de que el consumo regular de bebidas cafeinadas contribuye significativamente a la deshidratación”.
#4. El café es bueno para el corazón. Según la doctora Ballesteros, hay estudios que sugieren ciertos efectos beneficiosos en este campo: “En 2017, Poole et al. publicaron una revisión de estudios al respecto que concluyó que el café tenía más beneficios que riesgos para la salud. Los autores refieren que la ingesta de 3-4 tazas al día podría asociarse a una reducción de mortalidad y de enfermedad cardiovascular, así como a posibles reducciones de riesgo de cáncer y de diabetes tipo 2”. Sin embargo, añade que esto no implica necesariamente que aumentar la ingesta de café a nivel individual reduzca estos riesgos, “puesto que puede haber otros factores para explicar ese efecto. No disponemos de ensayos clínicos suficientemente potentes para establecer claramente estos posibles beneficios”. Aunque parece que en dosis normales puede ser un protector cardiovascular, un artículo publicado el año pasado el American Journal of Clinical Nutrition expone que cuando las dosis consumidas son demasiado altas se ha asociado a lo contrario, a una mayor mortalidad cardiovascular.
#5. Las embarazadas no deberían tomar café. Cierto. El mismo estudio de Poole et al, desaconsejaba el consumo de altas cantidades de café durante el embarazo, por su asociación a recién nacidos de bajo peso o prematuros. Es más, la vida media de la cafeína aumenta durante el embarazo, por lo que la dosis consumida antes del embarazo, puede resultar perjudicial en la etapa de gestación. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, en embarazadas, la ingesta de cafeína procedente de todas las fuentes de hasta 200 mg por día no plantea problemas de seguridad para el feto.
#6. El café es bueno para el cerebro. Puede mejorar momentáneamente las funciones cognitivas, ya que al estimular el sistema nervioso central, restaura temporalmente el nivel de alerta, mejora la capacidad de concentración y elimina la somnolencia. “En algunos estudios, refiere la doctora Ballesteros, el consumo de café se ha relacionado con menor riesgo de Parkinson, depresión y demencia, pero otra vez las pruebas no son concluyentes”.
#7. ¿El café alivia las resacas? La cafeína es vasoconstrictora, por lo cual se suele emplear junto con los analgésicos para el alivio rápido del dolor de cabeza. El efecto analgésico de la cafeína también está favorecido por su interacción con otros analgésicos, promoviendo la absorción gástrica. Además, como se ha comentado, produce un efecto temporal de restauración del nivel de alerta y eliminación de la somnolencia que puede ser beneficioso en estos casos.
#8.¿El café es tóxico? “El consumo en cantidades excesivas puede producir una intoxicación, denominada cafeinismo, que se relaciona con insomnio, nerviosismo, irritabilidad, aumento de la diuresis y problemas gastrointestinales. En algunas personas, continúa la especialista en Endocrinología y Nutrición, los síntomas pueden aparecer cuando se consumen cantidades muy pequeñas, del orden de 250 mg por día. Cada persona muestra cierta tolerancia a la cafeína. Más allá de un gramo al día puede producir contracciones musculares involuntarias conocidas como fasciculaciones, arritmia cardíaca, y agitaciones psicomotrices. “Los síntomas de la intoxicación con cafeína son similares a los del pánico y de ansiedad generalizada”. También puede afectar a la tensión arterial cuando se consume en dosis altas, por lo que a las personas hipertensas se les recomienda moderar o evitar su consumo.
#9.El café crea adicción. Un consumo crónico excesivo de cafeína puede generar dependencia y es la base para entender el síndrome de abstinencia, ya que cuando se suspende abruptamente la cafeína, se genera una ‘tormenta de adenosina’ la cual se asocia a vasodilatación y a un aumento significativo en el flujo sanguíneo cerebral. Estos cambios fisiológicos son los responsables de la cefalea por supresión de cafeína.
#10.El café ayuda al rendimiento deportivo. Según explica la doctora Ballesteros, unos primeros estudios demostraron la existencia de mejoras en la resistencia de los ciclistas al compararlas con las obtenidas cuando se consumía una bebida placebo y estudios recientes indican que la cafeína incrementa temporalmente la fuerza en deportes como la halterofilia. “De nuevo, concluye la especialista, las dosis necesarias para estos efectos superan a las que se consumen habitualmente, por lo que podemos decir que el café como bebida no supone una mejoría en el rendimiento, pero tampoco un riesgo”.
CARMEN LANCHARES
Fuente: Vogue
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