La gastronomía de países como Noruega, Suecia o Dinamarca está formada por platos inimaginables en nuestras cocinas
La gastronomía de los países escandinavos está hecha para curiosos que quieren romper los hábitos de nuestras cocinas. Analizamos, en esta ocasión, platos como el 'smalahove', 'janssons frestelse' o 'lutefisk', elaboraciones cuanto menos exóticas para nuestras costumbres culinarias y paladares. Algunos por sus ingredientes y elaboración, otros por su presentación en el plato. ¿Te atreverías a probar cualquiera de estos platos?
La cabeza de oveja es un plato navideño típico noruego.
'Smalahove', ¿te atreves con la cabeza de la oveja?
Este plato noruego, muy presente sobre todo en las comidas y cenas navideñas, consiste en cocinar la cabeza de la oveja después de limpiarla.
Se cuece durante varias horas tras ahumarla y secarla, y se sirve con puré de patata y 'rutabaga' (o naba, una raíz comestible fruto del cruce entre el repollo y el nabo), así como con chupitos de 'aqvavit' (un licor con sabor anisado).
El 'lutefisk' es una preparación a base de pescado blanco seco en sosa cáustica. Sí, ¡en un elemento químico muy presente en la industria! Es difícil describir el sabor de este plato noruego, pero como cualquier elaboración con sabor y olor exóticos, divide a los comensales en aquellos que lo consideran un manjar y los que lo odian profundamente. En cualquier caso, es atrevido probar un solo bocado.
Este plato, también conocido como 'la tentación de Jansson', es un gratén con aspecto cremoso de patatas, filetes de 'ansjovis' o anchoas, cebollas, crema y nata. Se ha convertido en un clásico de la mesa navideña en Suecia, pero también se puede comer durante todo el año. Igualmente, es un plato muy popular en Finlandia, al que llaman 'Janssoninkiusaus'. Se puede servir como aperitivo o entrante, en ración, para compartir o como tentempié, a media mañana o tarde.
Como su propio nombre indica, es un plato compuesto por diferentes carnes, en pequeños pedazos fritos en aceite. Este plato danés se acompaña generalmente con puré de patatas, arroz o pasta. Se puede preparar de diferentes formas, pudiendo añadir verduras e incluso condimentarlo con paprika.
El 'krasenkake' es uno de los postres más populares en Dinamarca. El aspecto es muy original, ya que está formado por una serie de anillos que se van colocando unos sobre otros para formar una pirámide. Cada anillo se elabora siguiendo una receta similar a la del mazapán, con almendra, azúcar y huevos. Se comen despegando uno a uno los anillos, que pueden parecer duros al tacto, pero un buen 'krasenkake' resultará suave al paladar.
'Lutefisk', no apto para estómagos sensibles
El 'lutefisk' es una preparación a base de pescado blanco seco en sosa cáustica. Sí, ¡en un elemento químico muy presente en la industria! Es difícil describir el sabor de este plato noruego, pero como cualquier elaboración con sabor y olor exóticos, divide a los comensales en aquellos que lo consideran un manjar y los que lo odian profundamente. En cualquier caso, es atrevido probar un solo bocado.
'Janssons frestelse', una tentación sueca
Este plato, también conocido como 'la tentación de Jansson', es un gratén con aspecto cremoso de patatas, filetes de 'ansjovis' o anchoas, cebollas, crema y nata. Se ha convertido en un clásico de la mesa navideña en Suecia, pero también se puede comer durante todo el año. Igualmente, es un plato muy popular en Finlandia, al que llaman 'Janssoninkiusaus'. Se puede servir como aperitivo o entrante, en ración, para compartir o como tentempié, a media mañana o tarde.
'Millionbof', un millón de carnes
Como su propio nombre indica, es un plato compuesto por diferentes carnes, en pequeños pedazos fritos en aceite. Este plato danés se acompaña generalmente con puré de patatas, arroz o pasta. Se puede preparar de diferentes formas, pudiendo añadir verduras e incluso condimentarlo con paprika.
'Krasenkake', la tarta de anillo
El 'krasenkake' es uno de los postres más populares en Dinamarca. El aspecto es muy original, ya que está formado por una serie de anillos que se van colocando unos sobre otros para formar una pirámide. Cada anillo se elabora siguiendo una receta similar a la del mazapán, con almendra, azúcar y huevos. Se comen despegando uno a uno los anillos, que pueden parecer duros al tacto, pero un buen 'krasenkake' resultará suave al paladar.
Fuente: Diario Vasco
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