Método 1: Ajustar las cantidades
Usa 3/4 de taza (180 g) de harina integral para reemplazar 1 taza (240 g) de harina blanca. La harina integral es más densa y pesada que la harina blanca normal. Para preparar productos horneados con una textura similar a la de la harina blanca, tendrás que usar menos harina integral.
Los alimentos como galletas, bollos, panecillos, pasteles de chocolate y el pan rápido saben bien cuando se preparan con harina integral en lugar de harina blanca.
Agrega un poco más de líquido cuando hornees con harina integral. La harina integral absorbe el líquido más despacio que la blanca. Por lo tanto, necesitarás agregar más líquido, como agua, a la mezcla para evitar que el producto terminado quede muy seco.
También puedes usar leche normal o suero de leche como líquido adicional.
Por ejemplo, agrega 2 cucharaditas de líquido por 1 taza (240 ml) de harina integral.
Como la harina integral absorbe el líquido más lentamente, las masas de harina integral son más pegajosas que las masas de harina blanca.
Trata de reemplazar únicamente de 1/3 a 1/2 de la harina blanca para empezar. Si es la primera vez que usas harina integral, es buena idea empezar reemplazando solo de 1/3 a 1/4 de la harina blanca con harina integral. Esto le dará tiempo a las papilas gustativas para adaptarse al nuevo sabor y textura.
A medida que te acostumbres al sabor de la harina integral, puedes intentar sustituir cada vez una mayor parte de la harina blanca con la integral, siempre y cuando no prepares pan.
Reemplaza hasta 1/2 de la harina blanca si horneas pan. El pan necesita fermentar para que salga y sepa bien. Para asegurarte de que el pan fermente y se hornee como debería, no deberás reemplazar más de 1/2 de la cantidad de harina blanca necesaria.
Reemplaza hasta 1/2 de la harina blanca si horneas pan. El pan necesita fermentar para que salga y sepa bien. Para asegurarte de que el pan fermente y se hornee como debería, no deberás reemplazar más de 1/2 de la cantidad de harina blanca necesaria.
Por ejemplo, si la receta requiere 2 tazas (480 ml) de harina blanca, usa 1 taza (240 ml) de harina blanca y 1 taza (240 ml) de harina integral.
Método 2: Agregar ingredientes adicionales
Agrega de 2 a 3 cucharadas de jugo de naranja para combatir el sabor amargo de la harina integral. La harina integral tiene un sabor mucho más fuerte que el de la harina normal y en ocasiones puede darles un sabor amargo a los productos horneados. Para evitar esto, reemplaza de 2 a 3 cucharadas del líquido usado en la receta, como agua o leche, con jugo de naranja.
El jugo de naranja es dulce y está lleno de azúcares naturales, de modo que compensará el sabor amargo de la harina integral.
Usa gluten de trigo para ayudar a que el pan integral fermente. La harina integral no permite que los panes fermenten como la harina normal, por lo que necesitarás añadir gluten de trigo. Por cada 2 a 3 tazas (473 a 710 g) de harina integral, añade 1 cucharada de gluten de trigo vital.
Puedes encontrar el gluten de trigo en la sección de alimentos naturales del supermercado.
Usa harina integral de trigo blanco para obtener una textura y sabor más ligeros. Al preparar alimentos más suaves como pasteles y panecillos, la harina integral normal puede hacer que queden más duros y correosos. Para evitarlo, intenta usar harina integral de trigo blanco en su lugar.[
La harina integral de trigo blanco está hecha de un tipo de trigo más suave y de color más claro, cuyo sabor no es tan fuerte como el del trigo normal.
Método 3: Aprovechar al máximo la harina integral
Cierne la harina integral un par de veces para introducir más aire. Puedes usar un cernidor o simplemente una cuchara para espolvorear lentamente la harina integral en el recipiente de los ingredientes. Esto añadirá más aire a la harina, haciendo que quede un poco menos densa.
Deja que la masa repose durante 25 minutos antes de amasarla, si usas harina integral. Si preparas alguna cosa como pan, en la que la masa necesita amasarse o fermentar, déjala reposar aproximadamente por media hora antes de continuar con el resto del proceso, para ayudar a que la harina integral funcione de la mejor manera.
La masa que contiene harina integral también puede tardar más en fermentar.
Almacena la harina integral en un recipiente sellado para mantenerla fresca. Después de sellar la harina, puedes colocarla en la despensa para usarla a corto plazo, como dentro de 1 a 3 meses. Si almacenas la harina integral en el congelador, puedes guardarla durante hasta 6 meses antes de que se eche a perder.
Una bolsa de plástico resellable funcionará bien, al igual que un recipiente de plástico.
Consejos
Usa harina integral muy fresca para obtener un mejor y más dulce sabor, a diferencia de la harina que ha estado en la despensa durante un buen tiempo.
Advertencia
No todos los productos horneados son candidatos ideales para prepararlos con harina integral. Aquellos que requieren una textura más ligera y esponjosa quedarán mucho mejor con harina blanca. Experimenta con diferentes recetas para saber qué te agrada más.
Fuente: WikiHow
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