El Gourmet Urbano: ☕ #CAFE | ¿Qué calidad tiene el café que consumo? 6 pautas para leer la etiqueta como un experto

martes, 29 de septiembre de 2020

☕ #CAFE | ¿Qué calidad tiene el café que consumo? 6 pautas para leer la etiqueta como un experto

  • De un tiempo a esta parte el café ha dejado de saber a torrefacto
  • El origen, la variedad o los ingredientes son factores importantes
  • Es recomendado mezclarlo con aromas exclusivamente naturales
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De un tiempo a esta parte el café ha dejado de saber a torrefacto para convertirse en una de esas bebidas que siempre apetece. Tomar café está de moda, pero a veces el entry level no es apto para aficionados, que se encuentran ante diferentes cuestiones que deben conocer para elegir el que verdaderamente buscan.

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En este sentido, Kaiku Caffè Latte, la marca de café frío con 100% ingredientes naturales, se ha propuesto ayudar a todos aquellos amantes del café a leer la etiqueta como auténticos expertos.

 Y es que, la versatilidad de esta bebida parte de una base de calidad. El grano es la herramienta principal y final, y mezclado con los ingredientes justos, hará que el preparado sea bueno.

Origen del café, variedad a la que pertenecen los granos, ingredientes que componen la mezcla, aroma y sabor, forma de elaboración… aprender a identificar todos estos factores es clave para disfrutar de cada sorbo.

¿En qué debes fijarte antes de elegir tu café?


1. Origen


India, Etiopía, Colombia, Honduras o Guatemala… El origen del que provengan los granos de café determinará su sabor y su calidad. Aunque es complicado apreciar los matices para los bebedores de café con un paladar medio, sí que es importante fijarse en la procedencia y poder trazar el cami

2. Variedad

En el mundo existen diferentes variedades de café: las más comunes arábica y robusta, y las menos frecuentes libérica y excelsa. A la hora de elegir la mejor, quédate con los granos de café arábica puesto que son los de mayor calidad y equilibrio entre el sabor y la cafeína.

3. Procesado: lavado, natural o honey

Puedes pensar que quien te está preguntando ha decidido cambiar de idioma por completo, pero no. Al final, el grano de café proviene de una baya, que cuando se recolecta está fresca, como podría ser una cereza. Esas bayas se deben secar antes de consumirse, pero hay diferentes procesos que dan lugar a diferentes opciones: lavado, honey o natural.

Para obtener un café natural, por ejemplo, el fruto se pela tras el secado. En el proceso honey y despulpado natural, se limpia antes una parte del fruto (la piel y parte de la carne) y otra parte se quita después del secado. Un café lavado, sin embargo, es un grano al que se le han retirado varias estructuras al grano antes de secarlo. Con el proceso de lavado se obtiene un grano "limpio" que gusta mucho a los expertos y a los Caffè Lovers.

4. Fechas

Debes fijarte ante todo en la fecha de tueste. Entre que un grano se cultiva en origen y llega a la taza hay mucho trabajo, pero relativamente poco tiempo. Lo ideal es que el café se tueste ya en el destino y no pase más de un mes desde que es tostado hasta que se consume.

Busca cafés que hayan sido tostados de tres a cinco días antes y estará listo para consumir cuando cumpla ocho días de tueste y hasta los 21 aproximadamente. Por supuesto, no es necesario tal grado de especialización, pero sí tener en cuenta que no por estar recién tostado el café es mejor.

5. Molienda

¿El mejor café debería ser café molido o sin moler? Depende de si tienes un "grinder" o molinillo en casa. Si vas a dedicarle tiempo, dinero y esfuerzo a esta afición, puede ser recomendable conseguir uno. Más adelante descubrirás que dependiendo de la máquina con la que vayas a cocinar el café necesitarás moler el grano más fino o más grueso.

6. Mezcla con ingredientes de calidad

Acompañado por ingredientes naturales de calidad, el café se transforma en la bebida favorita de medio mundo. Tras el esfuerzo por obtener una buena base, lo ideal es combinar el café con leche fresca, azúcar, y añadir exclusivamente aromas naturales que lo enriquecen, como por ejemplo la vainilla.

Fuente: El Economista

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