Los expertos entregan recomendaciones y explican cuáles son las mejores mezclas y vinos para acompañar cada tipo.
Llegó la primavera y una tabla de quesos es la forma perfecta de disfrutarla. Solo debes elegir tus quesos favoritos, acompañar con un buen vino y así tienes un aperitivo delicioso.
En Francia, el queso ocupa un lugar protagónico en la gastronomía y es fundamental en la ceremonia de la comida.
Foto: Santa Rosa
En Francia, el queso ocupa un lugar protagónico en la gastronomía y es fundamental en la ceremonia de la comida.
La costumbre francesa dicta servir una tabla de quesos después del plato principal y antes del postre. Pero comer queso de postre en Latinoamérica no es una práctica habitual: según nuestras costumbres los quesos van al principio como aperitivo o integrados en el plato, pero el queso es un magnífico broche final para una comida, para limpiar la boca o porque ayuda al proceso digestivo por ser un producto en proceso de fermentación.
Si tus invitados tienen gustos muy distintos y no sabes cuál elegir, Te recomendamos la tabla Clásicos, con un queso distinto para cada comensal: Contiene queso Brie, con aroma a champiñones en la corteza que contrasta con su cremosidad; Queso de cabra, para quienes prefieren quesos suaves; también incluye Gruyére, con una textura elástica, aroma afrutado; y Edam, para los que buscan un sabor menos intenso. Para terminar, si desean un queso con personalidad, el queso azul incluido, destaca por su característico sabor salado.
En cambio, la tabla Tradición, invita a viajar por diferentes países: Francia, con dos quesos emblemáticos: Brie y Gruyére. Luego, Holanda con el queso Edam, con su reconocida corteza de cera roja. Seguimos con el tradicional Cheddar Ingles, de color naranjo intenso y aroma a frutas dulces y finalizamos en Chile, con el icónico Mantecoso, de pasta blanda y sabor profundo.
Para armar una tabla de quesos perfecta es importante ser creativos e improvisar un poco. El mejor acompañante es el pan baguette o galletas saladas. Además, agregar fruta fresca y algo dulce como mermeladas, chutney o miel, para disfrutar del contraste de sabores. También puedes añadir frutos secos para aportar un toque crujiente. Y, para el toque final, algo de charcutería como un excelente jamón curado.
Un consejo: deja los quesos a temperatura ambiente 30 minutos antes de consumirlos, de esta forma desarrollan su aroma y sabor característico.
Y finalmente, el vino. Los tintos maridan muy bien con todos los quesos de pasta semi dura, como el Mantecoso, Edam y Cheddar. Los vinos dulces como el Late Harvest ayudan a que el queso azul muestre todos sus matices. Y los vinos blancos están indicados para los quesos de Cabra, Gruyére o Brie.
Fuente: Cooperativa.cl
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