La cerveza es una de las bebidas más nobles para acompañar todo tipo de platos salados, e incluso algunos dulces.
Ya nadie niega que la relación que se da entre la cerveza y la pizza es una de
las más consolidadas de la gastronomía mundial. No obstante, si se dejan los
prejuicios de lado, es posible disfrutar de muchas otras combinaciones. Si tu
idea es saber cuál es la mejor cerveza para ordenar junto a tus comidas
favoritas, éste es el mejor artículo que podrías encontrar.
Las posibilidades son infinitas y tienen mucho de juego. Más allá de las distintas recomendaciones, la clave está en confiar y en dejarse llevar para que el paladar pueda descubrir y disfrutar de sensaciones inéditas.
Las cervezas involucradas son de todo tipo, y van desde las artesanales hechas en casa hasta las tradicionales que se encuentran en cualquier tienda habilitada. (¡Haz click en el enlace para descubrir el procedimiento completo!)
“Dime qué comes y te diré qué beber”
Carnes rojas
Lo lógico indicaría que para las carnes rojas el mejor acompañamiento es un buen vino tinto. Pero... ¿A quién le interesa la lógica si se trata de experimentar y probar cosas nuevas?
Para un tradicional asado, las cervezas rubias, suaves y ligeras son un gran acompañamiento. Si, en cambio, se trata de carnes muy marinadas o sazonadas, se puede optar por una “birra” más oscura y con mayor consistencia.
Carnes blancas
Para este tipo de carnes, las mejores cervezas son aquellas que tienen un sabor más bien frutal. Las mismas también son ideales para algunos platos levemente agridulces.
Al igual que con las carnes rojas, cuanto mayor sea el condimento usado, más intensa puede ser la bebida para acompañar.
Pescados
Las cervezas de fermentación baja, como puede ser una rica Lager, son perfectas para acompañar pescados, mariscos y sushi, entre otros alimentos similares. Se trata de cervezas que presentan un amargor entre suave y moderado, y también son perfectas para acompañar pastas que no contengan salsas ni carnes.
Quesos y embutidos
Aquí no hay una única opción ya que depende del sabor propio de cada queso y de los embutidos que, por ejemplo, forman parte de una picada. Algunas de dulzor tenue como la Bock y otras más populares como la Pilsner nunca fallan.
¡Claro que se puede! Lo más probable es que esta combinación resulte extraña, pero en sí no tiene nada de raro. Lo que pasa es que, a lo largo de los años, la cerveza ha sido considerada como acompañamiento ideal para unos pocos platos salados.
Sin embargo, esta famosa bebida alcohólica ofrece beneficios que alcanzan incluso a muchos de los postres, sobre todo a aquellos que tienen al chocolate como ingrediente principal.
La clave, como siempre, está en prestar atención a las características de la cerveza y también las del plato. Una combinación ideal, por ejemplo, es la que forman las cervezas negras con budines, tortas o brownies de chocolate.
Eligiendo una Stout, también hay que cuidar que el postre en sí no sea tan dulce, por lo que lo ideal es usarla como acompañamiento de chocolates más bien amargos.
¡Te proponemos animarte a jugar con la cerveza! Romper prejuicios, ordenar bebidas gourmet con nuevas combinaciones artesanales y maridar con tus comidas favoritas. El vino no es la única bebida que pega bien con todos los platos...
Aquí no hay una única opción ya que depende del sabor propio de cada queso y de los embutidos que, por ejemplo, forman parte de una picada. Algunas de dulzor tenue como la Bock y otras más populares como la Pilsner nunca fallan.
¿Se pueden combinar las cervezas y los postres?
¡Claro que se puede! Lo más probable es que esta combinación resulte extraña, pero en sí no tiene nada de raro. Lo que pasa es que, a lo largo de los años, la cerveza ha sido considerada como acompañamiento ideal para unos pocos platos salados.
Sin embargo, esta famosa bebida alcohólica ofrece beneficios que alcanzan incluso a muchos de los postres, sobre todo a aquellos que tienen al chocolate como ingrediente principal.
La clave, como siempre, está en prestar atención a las características de la cerveza y también las del plato. Una combinación ideal, por ejemplo, es la que forman las cervezas negras con budines, tortas o brownies de chocolate.
Eligiendo una Stout, también hay que cuidar que el postre en sí no sea tan dulce, por lo que lo ideal es usarla como acompañamiento de chocolates más bien amargos.
¡Te proponemos animarte a jugar con la cerveza! Romper prejuicios, ordenar bebidas gourmet con nuevas combinaciones artesanales y maridar con tus comidas favoritas. El vino no es la única bebida que pega bien con todos los platos...
Fuente: mdzol
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