La moringa es una planta que posee cuatro veces más calcio que la leche
Originarias de distintos puntos del planeta, estas verduras, cereales, frutas y hortalizas aportan nutrientes que benefician ampliamente el organismo
La alimentación es fuente de vida y cada vez queremos sacar mayor rendimiento a lo que comemos para que revierta en nuestro organismo.
Es por eso que nunca viene mal saber cuáles son los mejores alimentos con que podemos nutrirnos. Un dato: todos vienen de la naturaleza y muy pocos, o casi ninguno, son procesados.
Y si nos ponemos exquisitos, podríamos decir que si se consiguen de forma orgánica y agroecológica, es mucho mejor.
Estos, según los expertos, serán los mejores alimentos de este año.
BIMI. Un cruce de “laboratorio”. Nacido en Japón en 1993 por hibridación natural entre el brócoli y una col oriental, tiene lo mejor de esas dos hortalizas y es alabado por la gran cantidad de proteínas, fibra dietética, minerales, vitaminas C, B6 y E y bioactivos como el ácido fólico, los glucosinolatos y los carotenoides que contiene.
Puede prevenir las enfermedades cardiovasculares y las cataratas y tiene la particularidad de que sus compuestos son más fáciles de absorber por el organismo que los del brócoli o la col.
AMARANTO. Sus semillas son mucho más ricas en calcio, hierro, fósforo y carotenoides que la mayoría de los vegetales. Además, tienen un alto contenido de proteína. Pero si está en esta lista es por ser una genial fuente de lisina, un aminoácido con un contenido de proteína comparable al de la leche y con un gran porcentaje de fibra.
La algarroba se destaca por su gran contenido en vitaminas A, B1, B3, B3 y D |
SEMILLAS DE CÁÑAMO. Poseen una alta concentración de proteínas y un ratio balanceado de 1:3 en los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 (los que el organismo no puede producir).
Además de ser antiinflamatorias y aportar mucha energía, mejoran el funcionamiento del cerebro, reducen la presión sanguínea, bajan el colesterol, y reducen el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
KAHI-NAM. El llamado ‘caviar’ verde. No necesita tener raíz ni hojas para crecer a toda velocidad y doblar su tamaño en 48 horas. Se trata de una planta acuática minúscula que procede del sudeste asiático.
Tiene tres veces más nutrientes que cualquier otro vegetal y una ración equivale a tomar una de espinacas, otra de brócoli y otra de col rizada. Se está poniendo muy de moda cultivarlo en casa y puede tomarse en ensalada, jumo o sopa.
El fonio es un cereal bajo en grasas y tiene un alto contenido en aminoácidos
FONIO. Se trata de un súper cereal muy bajo en grasas. Se destaca por su alto contenido en aminoácidos azufrados como la metionina y la cistina y la fenilalanina. Contiene más vitaminas y minerales que otros cereales como el arroz y tiene un gran aporte concreto de vitaminas B1, B2 y minerales como el calcio, el fósforo, el hierro, el magnesio, el manganeso y el zinc.
Hay que destacar también que es uno de los cereales más bajos en grasas.
RUIBARBO. Conocido como el ‘apio rosa’, es una hortaliza indispensable por su alto contenido en fibra. Pero eso no es todo, una ración de ruibarbo nos provee de un 45 por ciento del valor diario de vitamina K que necesitamos y asegura un buen mantenimiento de los huesos y un cerebro a salvo del desgaste neuronal. También es rico en vitamina C.
El amaranto es una semilla mucho más rica en calcio, hierro, fósforo y carotenoides que la mayoría de los vegetales |
MORINGA. Esta planta figuraba ya en el ‘vademécum’ de la medicina ayurveda, que contemplaba su uso para prevenir y tratar más de 300 enfermedades.
Posee cuatro veces más calcio que la leche, 46 antioxidantes y todos y cada uno de los aminoácidos esenciales. Sus hojas contienen un perfecto equilibrio nutricional de aminoácidos, ácidos grasos, minerales y vitaminas. Contribuye a la detoxificación del aparato endocrino y evita la retención de líquidos.
ALGARROBA. El ‘cacao’ hipocalórico, un digno sustituto del chocolate, capaz de endulzar cualquier postre con solo un 1 por ciento de contenido en grasa. Se destaca por su gran contenido en vitaminas A, B1, B3, B3 y D y en minerales como el magnesio, el fósforo, el zinc, el potasio y el calcio. Libre de gluten, posee además grandes cualidades antioxidantes gracias a sus niveles de taninos.
CHLORELLA. Gracias a su alto contenido de clorofila protege al organismo de infecciones, alivia el estreñimiento, regula la presión arterial y limpia el hígado y la sangre. También contiene antioxidantes como la luteína, el alfacaroteno, el betacaroteno, ácido ascórbico y zetatocoferol.
Entre sus hojas no faltan tampoco nutrientes esenciales como la vitamina K, la vitamina B12, el hierro, ácidos grasos poliinsaturados omega-3, polisacáridos y proteínas.
El bimi puede prevenir las enfermedades cardiovasculares y las cataratas
GRAVIOLA. Su aspecto y sabor recuerda al de la chirimoya y se encuentra en el punto de mira de científicos e investigadores por sus propiedades medicinales.
Es una estupenda fuente de vitaminas, en especial la C y las del grupo B y minerales como el hierro, el magnesio y el potasio. Su alto contenido en agua hace de ella un alimento muy hidratante y se ha comprobado su eficacia a la hora de fortalecer los músculos y los huesos, depurar el organismo y reforzar el sistema inmune. (EFE)
Fuente: El Día
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