El Gourmet Urbano: #PANADERIA 🥖 | El pan más caro del mundo es una hogaza de 1.480 euros que se hace en un pueblo de Málaga de menos de 800 habitantes y ha aumentado sus ventas en plena pandemia

miércoles, 24 de febrero de 2021

#PANADERIA 🥖 | El pan más caro del mundo es una hogaza de 1.480 euros que se hace en un pueblo de Málaga de menos de 800 habitantes y ha aumentado sus ventas en plena pandemia







21 feb. 2021 3:31h.

Panadería Pan Piña

El pan más caro del mundo, una hogaza de 400 gramos de 1.480 euros, se hace en la panadería malagueña Pan Piña, en el pueblo de Algatocín.
 
Se trata de un pan tatuado y compuesto por oro en 3 formatos: en polvo, en copos y en pequeños trozos.

Su creador, Juan Manuel Moreno ha creado, además, los 5 panes más caros del mundo.
Durante la pandemia han vendido 96 panes, lo que se traduce en más de 142.000 euros.
Entre sus clientes están los rusos, los árabes, pero también alguno que otro español medio que no se quiere morir sin probar la exclusiva pieza.

Hablar de panadería Piña no es solo hablar del pan más caro del mundo, es ejemplificar la pasión y el tesón por lograr lo que nadie antes había hecho. Esa es, precisamente, la misión que tiene entre manos desde hace 13 años, Juan Manuel Moreno, cuando junto a su mujer, Manuela Piña, tomaron las riendas de la panadería malagueña Pan Piña, que tras 81 años en activo, se veía abocada a la desaparición.

“Se me ha ido de las manos”, admite entre risas el empresario al explicar la enorme acogida de sus panes. En enero de 2020, Moreno creaba El Luto del Pan Industrial, el que es, en la actualidad, el pan más caro del mundo: una hogaza de 400 gramos de 1.480 euros. A pesar del elevado precio, la pieza, que nació como una alegoría a la muerte del pan industrial, no ha dejado de venderse en plena pandemia.

“Producir este pan me cuesta aproximadamente 900 euros”, explica Moreno acerca de esta hogaza tatuada y compuesta por oro y plata en tres formatos— en polvo, en copos y en pequeños trozos—. Esta pieza es similar a su anterior creación Pan de Oro en 3D, que ocupaba hasta ese momento el palmarés del pan más caro del mundo: 192 euros.

Pero no son las únicas creaciones de este panadero de 46 años, pues tiene otras 3 piezas únicas en su palmarés —el pan de oro, de 117 euros; el de oro y plata, con un precio de 148 euros y el de plata, de 98 euros—. De esta forma, los 5 panes más caros del mundo tienen el sello de panadería Piña, en Algatocín, un pueblo la sierra de Málaga de casi 780 habitantes.


“Mi mujer es la maestra”, reconoce este maestro del pan que, aunque ahora llena titulares de medio mundo y participa en ferias internacionales, no olvida su tiempo como repartidor de helados de una conocida empresa. "Confiaba en que podíamos hacer algo grande", explica Moreno. Y su intuición no le falló.

Cuando el volumen del comercio creció, Moreno dormía a penas 2 horas diarias en su coche: tenía que gestionar la producción del pan y la dimensión empresarial que se estaba fraguando alrededor de la panadería. "Tuvimos que delegar para crecer", reconoce el empresario. Ahora, Manuela Piña es la jefa de producción de un equipo de trabajadores y Juan Manuel se encarga del “papeleo" y la comunicación.
 

La panadería ha sabido suplir el cierre de los hoteles con la venta online


Panadería Pan Piña

“Cuando saco el pan más caro del mundo, ya nadie compra el anterior”, comenta Moreno con un cierto punto de incredulidad para explicar que durante el 2020 solo ha conseguido vender una pieza de 192 euros. En su lugar, ha vendido la friolera cantidad de 96 panes de 1.480 euros, lo que se traduce en más de 142.000 euros.

La pandemia no parecer haber hecho mella en la empresa. De hecho, la Panadería malagueña ha multiplicado las ventas, aún vendiendo menos. "Cambiando 4 parámetros hemos vendido 120.000 euros más", indica Moreno. Esto se explica con el lanzamiento en 2020 del último pan el de 1.480 euros–, que ha hecho que con 8 panes vendidos menos, respecto a 2019, las cifras hayan aumentado.

Respecto al cierre de la hostelería y su incidencia en el negocio, el gerente explica que a pesar de haber dejado de trabajar con hoteles, han conseguido suplir esa pérdida con el auge de la venta online y con las tiendas gourmet y herbolarios. La empresa actualmente tiene en España una cartera de clientes que asciende a los 400.

De hecho, dejando a un lado estos exclusivos panes, el negocio crece "año a año". Moreno detalla que si la facturación diaria durante el 2020 rondaba los 1.800 euros, a finales de año alcanzó los 3.000. Senda que parece que tiene vistas de continuar en 2021: la caja media diaria se sitúa en 2.500 euros.


No obstante, Moreno insiste en que la motivación para hacer cualquiera de sus panes no es económica, sino la de saber que está contribuyendo a crear salud. De hecho, la panadería dispone de hogazas desde 1,50 euros que, añade, "son igual de sanas que las de 1.480 euros".
 
¿Quién acompaña sus comidas con un pan de 1.480 euros ?

Panadería Pan Piña


Dejando a un lado lo capcioso de la pregunta, lo cierto es que la gente lo consume, aunque claro, no cualquier mortal. "Se retan, cuando hacen un evento quieren superarse", explica el artífice de este pan para referirse al por qué del éxito de sus productos, pese al elevado coste.

Moreno recuerda que el primer pan que creó, el de 117 euros, lo adquirieron, en su mayoría, ciudadanos rusos. Uno de ellos, hizo un pedido de 11 piezas para un evento. Pero ahí no acaban, ni de lejos, la lista de exclusivos clientes.

Para una boda árabe, cuenta el maestro panadero, se adquirieron 215 piezas de varios tamaños, lo supone 2.520 euros solo en panes. También destaca el caso de un malagueño jubilado que encargó una pieza del que hasta ese momento era el pan más caro del mundo, el 117 euros. "Me dijo que no quería morirse sin comerse un pan de oro", relata el empresario

La empresa ahora ha comprado unos terrenos en Estepona, Marbella, en los que prevé instalar una fábrica de cerca de 2 millones de euros. El fin de instalarse en este enclave es puramente estratégico. En esta zona, conocida por el alto adquisitivo de algunos de sus vecinos, se produjeron el 70% de las ventas en 2020.

El 30% de estos panes, que se fabrican un día antes y como es lógico, siempre por encargo, se enviaron a "Emiratos Arabes, Los Ángeles, Turquía e incluso Colombia". El empresario dice con cierto punto cómico que le pueden criticar a él por hacer este tipo de panes, pero no a sus clientes por comprarlos. Rehúye así, de la idea de dar más pistas sobre sus clientes, aunque, mantiene, "son importantes".
La culpa la tuvo el café

El maestro panadero cuenta que la idea surgió en agosto de 2013 mientras repartía su pan de 3 euros en una tienda gourmet de Alhaurín de la Torre, en Málaga, donde tenían el café más caro del mundo. A los días coincidió con el distribuidor del producto que le explicó que tenía un pedido de 3.000 euros para unos rusos. Moreno comentó, entre risas: "¿Por qué no lo acompaño yo con el pan más caro del mundo?". La idea, sin saberlo, estaba ya en el horno.

El proyecto tomó forma en la panadería de 80 metros cuadrados, en que la que actualmente trabajan 8 personas. "Cada persona tiene 10 metros cuadrados para trabajar", broma Moreno. Sea como fuere, el pan nació y fue presentando en diciembre de ese año en la Feria Sabor a Málaga, y donde la cobertura mediática hizo el resto.
 

Salirse del camino establecido: la clave del éxito de Pan Piña


Panadería Pan Piña

"Todo esto es marketing, todo es llamar la atención", cuenta con naturalidad Moreno para explicar que en 2015 se alzó con el título del pan más grande de España, de 3 metros y 25 kilos, que meses después fue superado por él mismo al crear el más grande del mundo, con 12 metros y 287 kilos. Pero esto no es todo.

La panadería malagueña fue reconocida como la mejor panadería de España en Innovación en 2017, un año después recibió una estrella en la Ruta Española del Buen Pan 2018. Y por si esto fuera poco, un año después recibía la llamada en la que se le comunicaba que había sido galardonado en la feria de Tampa, en Florida, como el mejor pan del mundo en 2020. Acto, que por el COVID-19 no se ha podido celebrar.


Pero más allá de galardones, la clave del éxito para este panadero, hijo de dos españoles que emigraron a Alemania, reside precisamente en salirse del camino que parece establecido para uno mismo. "Mi padre quería que fuese jardinero y mira", cuenta entre risas Juan Manuel Moreno, que ha trabajado de todo menos en labores de floricultura.

Sin embargo, Francisco, uno de los hijos de este empresario, con tan solo 16 años lo tiene claro: "La panadería le corre por las venas, le alimenta", cuenta orgulloso su padre. A fin de cuentas, añade, el secreto está en dejar que los hijos "se enamoren solos de la profesión". Libertad, que a juzgar por los hechos, se ha ido horneando con un incontestable éxito en esta pequeña panadería de la sierra de Málaga.

Marta Godoy

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