El Gourmet Urbano: #PANADERIA #HISTORIA 🥐 | La forma de media luna de los croissants, un trozo de historia en la boca

miércoles, 17 de febrero de 2021

#PANADERIA #HISTORIA 🥐 | La forma de media luna de los croissants, un trozo de historia en la boca


Conoce las leyendas que intentan explicar esta singularidad característica de un dulce que, pese a lo que creías, no tiene origen francés

Cada 30 de enero, junto al más sonado Día Internacional de la Paz y la No Violencia, se celebra también el de un dulce producto del que hay alguna cosa que desmentir, otras que fundamentar y alguna más paera satisfacer a los más curiosos: el croissant. El porqué de su originaria forma de media luna, cómo es posible que no tenga la cuna francesa que se le sospechaba y qué tiene que ver con el Imperio Otomano, el Sacro Imperio Romano Germánico y la Liga Santa que mancomunaba a este último, allá en el siglo XVII, con Polonia y Lituania. Todo ello, por mucho que parezca demasiado peso para un simple producto de respostería, es preciso aclarar.

Desayuno, merienda y simple temtempié, toda vez que admite relleno dulce o salado, esta pasta de hojaldre enrrollada en forma de media luna y cocida al horno se conoce en todo el mundo y su versatilidad permite hacerla presente para gusta de paladores golosos de todo el mundo. En cualquier caso, que fuera la apertura de una pastelería en el París del siglo XIX el punto de partida de la adopción por parte de los franceses que luego se ocuparían de divulgarla internacionalmente no ha de ocultar que su cuna está en Austria, en la Viena del siglo XVII, en pleno asedio de la ciudad a cargo del Imperio Otomano.

Las tropas del gran visir Kara Mustafá le estaban creando serios problemas a la integridad del Sacro Imperio Romano Germánico que, aliado con la Mancomunidad de Policia y Lituania en la denominada Liga Santa, defendía ese confín de Oriente y Occidente en pleno corazón de Europa. Por llegar aún la Batalla de Kahlenberg, a las afueras de la actual capital austríaca, las incursiones nocturnas que pretendían tomarla por sorpresa. Pero un gremio en obligada vigilia por tener horario de trabajo en plena noche habría de descubrir los movimientos turcos creando túneles para salvar las muralas: los panaderos.

UN PREMIO PARA LOS TAHONEROS VIENESES


La alerta en que los empleados de las tahonas vienesas pusieron a los vecinos permitió que el ejército de Juan III Sobieski pudiera librar del peligro a ese caramelito que para los otomanos suponía la ciudad centroeuropea. Pero los panaderos merecían un premio por los servicios prestados: el encargo de un dulce que lo conmemorara y que permitiera merendarse una media luna. Así nació, en Austria y no en Francia, el croissant, ese rico fruto de laminar masa y mantequilla de modo alternativo que lo dota de la condición de delicia para los paladares más exigentes. Más de tres siglos lleva satisfaciendo a los amantes de la repostería.

A España llegó con el mismo nombre de croissant pero su salida hacia América vino acompañada por el cambio de su nombre en países como Perú, Ecuador y Venezuela donde los llaman 'cachitos'. En otros países como Paraguay, Argentina, Uruguay o Chile también se les conoce con ese nombre mientras tampoco faltan aquellos lugares donde son conocidos como 'cangrejitos' o 'cuernitos'. Pero el paso del tiempo ha traído consigo la perdida paulatina de su forma originaria para que su resultado final fuera más recto. La recuperación lo hace convivir en ciertos sitios en los que unos mantiene el de croissant y a los otros se les llama 'medialunas'.

Una gozada en cualquier caso para golosos de todo el mundo que siguen disfrutando de un priducto tan conocido en todo el mundo aunque quizá menos las circunstancias de su origen y la vinculación con algunos de los hechos que han dado forma a Europa desde el siglo XVII. Masa, mantequilla, levadura, azúcar, sal... y también historia.

Gabriel Álvarez

Fuente: COPE

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