Las diversas variedades de uva aportan a cada vino matices distintos.
Tempranillo, Verdejo, Syrah, Albariño… Son los nombres de algunas de las variedades de uva más utilizadas en la elaboración de vinos, todas ellas con unas características muy marcadas que nos ayudarán a conocer qué aportan a cada botella
El mundo del vino es tan apasionante como complejo. Los enólogos se desviven por conocer las particularidades de cada viñedo y cada uva para elaborar con ellos vinos que, con unas u otras características, estarán destinados a un segmento del mercado. Pero, quien compre esa botella deberá saber también a qué tipo de vino se enfrenta simplemente al ver la variedad de uva con la que está elaborado. ¿Conocemos por qué se distinguen las principales variedades?
Si nos fijamos, en primer lugar, en las uvas tintas, la Tempranillo es la más utilizada. Presente, aunque en ocasiones con distintos nombres, en alrededor de 40 denominaciones de origen, tiene muy buenas características para la guarda y crianza, brota tarde, lo que le permite esquivar las heladas primaverales, y se recolecta temprano, de ahí su nombre. Aunque al ser una uva que se cultiva por toda la Península puede presentar diferentes propiedades, es la que se utiliza para los tintos de mayor gama.
Dentro de las variedades de uva tinta, podemos destacar también la delicadeza y elegancia de la Pinot Noir, la sutileza de la Merlot y el color y aroma que siempre aporta la Cabernet Sauvignon, la variedad francesa más extendida en el mundo.
La Garnacha es la variedad de moda entre las uvas tintas a nivel nacional
Además, tampoco podemos pasar por alto el gran momento que vive la Garnacha, una variedad que está muy de moda porque los vinos más demandados la contienen. Cultivada también en casi toda la Península, sus vinos suelen ser afrutados, con acidez media o baja y paladar elegante.
¿Y en los blancos?
Pasando a los tipos de uvas blancas más famosas, es obligatorio hablar de la Verdejo, autóctona española y con la que se elaboran vinos reconocidos. Suelen ser de aromas intensos y afrutados y con una elegancia inconfundible.
Otras variedades de uva muy distinguidas son la Viura, típica de La Rioja y que destaca por su elegancia y su sutileza; la Moscatel, propia de los vinos dulces; o la Albariño, típica de Galicia y reconocida ya en todo el mundo.
De todas formas, cabe señalar que, en España, la mitad de la uva blanca que se produce para vino es de la variedad Airén, originaria de Castilla-La Mancha y que se cultiva con muy poco esfuerzo, pero con la que se elaboran vinos poco complejos. Por ello, suele mezclarse con otras variedades.
Fuente: Diario Vasco
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