La bodega Perfer se surte de 42 hectáreas de viñedos.
Viajes, conciertos, reuniones, visitas, ferias… todo quedó parado durante la pandemia pero las empresas han tenido que retomar su actividad o verse irremediablemente obligadas a cerrar, así que en el caso de Bodegas Perfer y después de más de un año la máquina vuelve a intentar coger el ritmo perdido. Las visitas a las instalaciones se suspendieron, las celebraciones se aplazaron en el mejor de los casos y la exportación de sus vinos sufrió las consecuencias del cierre de fronteras; pero todo ha quedado atrás y ahora toca pensar en el futuro y continuar con un negocio familiar. Una empresa que cuenta ya con la tercera generación y la cuarta está ya abriéndose camino. Y en esa la lucha por conseguir afianzar el mercado conseguido y explorar nuevos rincones donde exportar el vino de Bodegas Perfer está Juan Pérez, viticultor de tercera generación y gerente de la bodega.
Las instalaciones principales se encuentran en Uleila del Campo, una zona que linda con Sierra de Alhamilla, Sierra Cabrera y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Las características geográficas, donde encontramos días cálidos y noches frescas en época de maduración, así como las características geomorfológicas y edafológicas hacen que estos vinos sean especiales, al igual que el dueño de estas bodegas, Juan Pérez, que con su afán innovador y su lucha por conseguir marcar en el mapa de Almería un lugar de referencia cuando hablamos de vino, se lanzó a la aventura de completar el catálogo de vino blanco, rosado y tinto con el vino azul, aunque realmente la denominación autorizada por el Consejo Regulador es bebida aromatizada a base de vino, ya que se argumenta que no hay uva azul.
El vino azul se consigue con la uva blanca y con frutos como la grosella, mora, frambuesa, piel de ciruela o arándanos que hacen que el color del líquido se torne en azul. Los vinos azules se pueden adquirir en distintas variedades, de esta manera el comprador podrá elegir la que se adapte mejor a su paladar.
En la Bodega se da salida anualmente a un millón de botellas, que dependiendo de su variedad pueden pasar par alguna de las 198 barricas de roble americano y 6 de roble francés con las que cuentan las instalaciones.
La uva con la que se trabaja en Bodegas Perfer proviene de 42 hectareas cultivadas de las variedades autorizadas Tempranillo, Merlot, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Macabeo y Chardonnay. Ana Belén Lamas, directora comercial, destaca la importancia de tener la Indicación Geográfica Protegida Desierto de Almería y añade que se vigila permanente a la vid en el campo hasta la vendimia. Un momento importante y fundamental para conseguir los caldos deseados, “la hacemos de manera manual y se eligen solamente los racimos que están en perfectas condiciones fitosanitarias y de maduración, se transportan a la bodega y es allí donde se hace una selección manual de los mejores racimos antes de pasar a la molturación”.
Los vinos fermentan por separado en depósitos de acero inoxidable, después está una maceración con los hollejos de unos 25 días. Tras esto se realiza la fermentación maloláctica. Para finalizar el proceso se separan los vinos destinados a crianza directamente a barrica de roble francés y americano, después se realizan los coupages de los distintos vinos y finalmente se embotella.
Juan Perfer se siente orgulloso de la calidad obtenida y continúa a diario su trabajo en las Bodegas Perfer, “nuestra filosofía es hacer vinos diferentes y de gran calidad, por eso cuidamos mucho la materia prima porque para nosotros es lo más importante. Tenemos que coger el fruto en el momento justo de grado. Es indescriptible la satisfacción que sentimos cuando al final de cada cosecha y después de muchos días de estrés y trabajo, podemos tener en nuestras manos el vino embotellado y listo para enviarlo a cualquier parte del mundo”.
GÁDOR RAMOS
Fuente: Diario de Sevilla
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