La cafeína se absorbe rápidamente y se metaboliza entre los 15 y 120 minutos después de tomar el café. |
Hay quienes no son nadie sin una buena taza de café. Esta bebida espabila y activa la mente, algo que ya se comprobó en el momento de su descubrimiento. Según cuenta la leyenda, hace más de 1.000 años el pastor Kaldi sacó a sus cabras a pastar por alguna zona montañosa de la actual Etiopía. En un momento determinado, el buen hombre se percató de que sus animales se comportaban de un modo extraño, agitados y alborotados, después de que se comieran unas bayas rojas.
Estos pequeños frutos son, en realidad, donde se encuentran los famosos granos de café. Unas semillas que, tras el correcto proceso de elaboración, se convierten en la bebida que todos conocemos y que, más de un milenio después, para muchos no solo es el motor de arranque de cada mañana, sino también un chute extra de energía para afrontar la tarde. En este sentido, ¿se recomienda tomar café justo después del almuerzo o debemos esperar un tiempo determinado? La clave para responder a esta cuestión se encuentra en el hierro que hayamos podido ingerir durante el almuerzo.
“Dentro de los componentes del café, los taninos son uno de los potenciales elementos que influye en la absorción del hierro de la comida previa”, afirma Alba Santaliestra Pasías, secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas (CGCODN) y presidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón.
De esta forma, continúa la experta, “si en tu comida has tomado una buena fuente de hierro, sería recomendable poder espaciar en el tiempo los alimentos ricos en taninos, como es el caso del café”. Santaliestra apunta que otros productos que contienen este componente son el vino tinto, el té y el chocolate. En estos casos, señala, sería razonable esperar el tiempo de la digestión, es decir, entre 60 y 90 minutos aproximadamente.
Estos pequeños frutos son, en realidad, donde se encuentran los famosos granos de café. Unas semillas que, tras el correcto proceso de elaboración, se convierten en la bebida que todos conocemos y que, más de un milenio después, para muchos no solo es el motor de arranque de cada mañana, sino también un chute extra de energía para afrontar la tarde. En este sentido, ¿se recomienda tomar café justo después del almuerzo o debemos esperar un tiempo determinado? La clave para responder a esta cuestión se encuentra en el hierro que hayamos podido ingerir durante el almuerzo.
“Dentro de los componentes del café, los taninos son uno de los potenciales elementos que influye en la absorción del hierro de la comida previa”, afirma Alba Santaliestra Pasías, secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas (CGCODN) y presidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón.
De esta forma, continúa la experta, “si en tu comida has tomado una buena fuente de hierro, sería recomendable poder espaciar en el tiempo los alimentos ricos en taninos, como es el caso del café”. Santaliestra apunta que otros productos que contienen este componente son el vino tinto, el té y el chocolate. En estos casos, señala, sería razonable esperar el tiempo de la digestión, es decir, entre 60 y 90 minutos aproximadamente.
Cómo afecta el café a la digestión
¿El café perjudica o, por el contrario, beneficia la digestión? Se trata de una pregunta para la que todavía no hay una respuesta clara. No hay evidencia científica al respecto, aunque, según Ana Zugasti, vocal de comunicación y miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, algunas investigaciones señalan que según cómo se haya llevado a cabo el procesamiento de los granos de café, la respuesta gástrica al consumo de este puede ser diferente.
La experta recomienda que, en caso de sufrir reflujo inmediatamente después de tomar café u otras bebidas con cafeína, se debería evitar su consumo porque puede ser la causa de esta reacción.
¿El café que tomamos por la tarde influye en el insomnio?
La cafeína se relaciona de forma directa con el insomnio, aunque la realidad es que un café puede tener un contenido de esta sustancia diferente. “Puede variar desde 4 mg en un descafeinado a 40 en un café expreso o a 70 mg en uno soluble. Influye la cantidad de café que se utiliza, el prensado, la presión del agua… Por lo que saber con exactitud la cantidad que se toma es muy difícil”, reconoce Santaliestra.
La secretaria del CGCODN manifiesta que, no obstante, la cafeína se absorbe rápidamente y se metaboliza entre los 15 y 120 minutos posteriores. Algunos factores pueden afectar a su concentración en sangre, que, por ejemplo, se reduce entre un 30 y un 50% si la persona fuma.
“Por el contrario, en las mujeres que toman anticonceptivos orales se duplica la concentración y, en caso de estar en el último trimestre de gestación, se puede prolongar hasta 15 horas a nivel sanguíneo”, añade la especialista.
Además, Santaliesta expresa que tampoco hay muchos estudios que lo hayan analizado, pero que la evidencia actual indica que no tomar cafeína a lo largo del día puede mejorar la calidad del sueño.
Así, la nutricionista declara que para asegurarse de dormir bien, lo más conveniente es tomar el café “lo más espaciado al momento de ir a dormir, ya sea la siesta o por la noche. Por ello, se deduce que puede ser mejor beberlo antes de las comidas”.
Alicia Cruz Acal
Fuente: Cuídate plus
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