Los alimentos fermentados pueden tener muchos beneficios si son administrados en cantidades adecuadas. Estos beneficios se pueden ver en muchos lugares, como en la disminución de colesterol y hasta en la salud mental.
En los últimos años ha habido un incremento en el interés por los alimentos fermentados y sus beneficios a la salud. Un alimento fermentado es aquel que sufre una modificación en el sabor, el olor y la textura, además de una transformación del contenido nutrimental mediante un crecimiento controlado de microorganismos.
Estos microorganismos utilizan los nutrimentos presentes en los alimentos como fuente de energía y producen sustancias nuevas que modifican las propiedades del mismo. Por ejemplo, para producir pan se utilizan microorganismos llamados levaduras que utilizan el azúcar como fuente de energía y producen dióxido de carbono y alcohol. El dióxido de carbono crea burbujas o espacios que le dan al pan su característica textura y el alcohol aunque se evapora durante el cocimiento le da ese sabor distintivo.
Sin embargo, al momento de cocer el pan, las levaduras mueren a causa del calor del horno por lo que ya no están presentes cuando lo consumimos. De igual manera, hay otros alimentos que fueron fermentados por microorganismos pero ya no se encuentran vivos cuando los consumimos y por lo tanto no se consideran probióticos, por ejemplo el vino, la cerveza, el chocolate y el café. Cabe destacar que la fermentación no sólo cambia el sabor y la textura de los alimentos, también puede mejorar su valor nutricional.
¿Cómo pueden ayudarte?
Otros alimentos poseen microorganismos vivos al momento que los consumimos por ejemplo el yogurt, la kombucha y el kimchi. Sin embargo, para que los probióticos ejerzan sus beneficios a la salud deben llegar vivos al intestino, lo cual no es una tarea fácil debido a que deben pasar el ácido estomacal.
Una vez que llegan al intestino, pueden tener un efecto temporal o bien crear una colonia y modificar la microbiota intestinal, es decir, la población de bacterias que viven de manera normal en nuestro intestino.
Los beneficios
En el intestino hay numerosos nódulos linfáticos, áreas donde hay una concentración importantes de células del sistema inmune que se encarga de proteger al organismo de la entrada de patógenos. Uno de los beneficios de consumir probióticos es la estimulación del sistema inmune en esta zona lo que mejora nuestras defensas y las mantiene activas.
Otro beneficio de los probióticos presentes en el intestino es que pueden fermentar ciertos tipos de grasas y transformarlos en ácidos grasos de cadena corta los cuales son asimilados por las células del intestino. Se ha observado que estas grasas tienden a disminuir la cantidad de colesterol en sangre.
Finalmente diferentes estudios han descrito que el efecto de los probióticos en la microbiota intestinal puede incluso llegar a tener un efecto modulador en el cerebro debido a que la microbiota puede producir neurotransmisores que juegan un papel importante en la salud mental. Se ha observado que el consumo de alimentos fermentados y probióticos ha sido de utilidad para reducir síntomas de ansiedad y depresión.
Sin duda alguna el consumo de alimentos fermentados y probióticos puede contribuir al bienestar de las personas y a mejorar su salud gracias a los microorganismos. Además contribuyen a crear productos nuevos a partir de otros como la cerveza a partir de la malta y durante este proceso, concentran nutrimentos y los hacen más disponibles para nosotros. Recuerda incluir alimentos fermentados en tu dieta.
Fuente: Gastrolab
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