Una copa de vino FOTO: EISING STUDIO - FOOD PHOTO & VIDEO ©GTRESONLINE
Esta popular bebida debe ser aplicada de forma correcta para disfrutar de todos sus matices
El vino es la bebida por excelencia en España. Cuesta imaginar un hogar de nuestro país en una conmemoración importante, o sin necesidad de ello, que no tenga una botella encima de la mesa cuando los comensales se sientan.
Desde que en España empezara su cultivo con la llegada de los romanos la trayectoria del vino ha ido expandiéndose por todo el territorio. A los conocidos Rioja o Penedès, entre otros muchos destacables, muchas zonas del país cuentan con variedades autóctonas que hacen las delicias de los amantes.
Existen muchas variedades distintas de vino en España y el resto del mundo. Aunque los más conocidos sean el tinto o el blanco cada vez son más los que experimentan con cientos de matices y características únicas que han ayudado a impulsar el sector a una nueva dimensión.
Aunque el protagonismo del vino en España sea total esta bebida mantiene una feroz batalla con la cerveza por ser la más popular. La llegada de la birra a nuestro país ha conseguido con el paso de los años que muchos quieran decantarse por una o por la otra aunque el vino, posiblemente, conserva todavía un toque distintivo mayor.
Así las cosas, el mundo del vino guarda infinidad de secretos que consiguen que esta bebida sea todo una delicia para muchos. Técnicas, consignas y demás hacen que tomarlo se haya convertido en todo un arte estando el vino español en una posición mundial privilegiada gracias a los siglos de historia con los que cuenta.
Por este motivo, servir o tomar vino no es una tarea simple y a continuación repasamos los principales errores que se cometen para poder disfrutar de la bebida al completo.
Los errores más habituales
El primer error que se puede cometer en muchas ocasiones es llenar la copa más de la cuenta. Los expertos en la materia recomiendan siempre verter como máximo la mitad evitando que la bebida se caliente dotando a la persona, además, de una mejor dosificación a la hora de ingerirlo.
Servir el vino en un vaso es otro de los errores más comunes que suelen ocurrir. Gracias a las características de las copas de vino se evita que la bebida se caliente y pueda oxigenarse de forma correcta permitiendo que todos los aromas se liberen para disfrutar mejor de los matices del producto.
Una copa húmeda tampoco deberá ser utilizada para servir vino. Lo recomendable es utilizarlas cuando se encuentras secas y totalmente limpiar para no afectar al sabor, aromas y matices de la codiciada bebida.
Decantar todos los vinos cuando los servimos también puede suponer un error que haga echar a perder la bebida. No siempre debe realizarse esta acción que, además, es muy delicada donde el decantado jugará un papel esencial en aquellos productos que lo necesiten.
Los errores o problemas existen siendo el más habitual empujar el corcho hacia dentro cuando se rompe. Esto se encuentra totalmente prohibido dentro del mundo del vino donde deberemos tratar de sacarlo de todas las formas posibles para no dañar la bebida con el corcho.
Por último, cabe destacar el error de servir el vino nada más salir del refrigerador. Aunque algunos tipos necesiten encontrarse por debajo de la temperatura ambiente será mejor esperar unos minutos para dejar que se aclimate y así abrir nuestro deseado vino sirviendo sin errores para poder tomarlo con todos sus aromas y matices.
ALBERT MARTÍNEZ
Fuente: La Razón
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