Nueces, almendras, avellanas, castañas y pistachos se encuentran entre los más consumidos
Los frutos secos reciben este nombre porque tienen menos del 50% de contenido de agua en su composición. Hay una variedad enorme de frutos secos, que en muchas ocasiones se confunden con semillas debido a su gran similitud en características y aportes.
En los últimos años, su uso ha aumentado debido a su versatilidad, sabor, aromas y aportes nutricionales. A continuación, señalamos 5 frutos indispensables en la cocina que harán de los platos una opción más deliciosa, llena de texturas y sabores.
Nueces californianas
Nueces
Es quizá el fruto más conocido de los existentes. Debido a sus aportes, está considerado un superalimento. Es el fruto del nogal y existen alrededor de 50 variedades, como la nuez de castilla o de macadamia, pero la más conocida es la nuez persa, también llamada nuez inglesa.
La nuez, con una textura rugosa, es ideal para cualquier preparación, como platos salados y postres tradicionales, pero también para comerla como snack o tentempié sin aplicarle cocción, ya que sus propiedades son mayores si se consume cruda. Se puede agregar a ensaladas, carnes o rellenos.
Es uno de los frutos secos más beneficiosos para la salud cerebral, ayudando a mejorar capacidades cognitivas como el fortalecimiento de la memoria. Son originarias de Asia, pero su consumo y producción se ha extendido en todo el mundo, sobre todo en el Mediterráneo, donde los frutos secos forman parte importante de la dieta.
La leche de almendras gana popularidad en el mundo
Almendras
Es uno de los frutos secos que mayor popularidad ha ganado en los últimos años por la elaboración de la leche de almendras, la leche vegetal más conocida. Son de sabor delicado y dulce, y están envueltas por una fina capa de color café.
Pueden consumirse en diferentes momentos del día. Por ejemplo, se puede agregar al muesli en el desayuno para enriquecerlo. Se usa en repostería para la preparación de turrones o mazapanes y en panadería para elaborar incluso harinas y obtener resultados deliciosos.
Entre sus beneficios, al igual que otros frutos secos, está su alto contenido en fibra, que, además de regular el proceso digestivo y reducir el estreñimiento, sacian más rápido el apetito, y debido a ello, se recomienda en dietas para reducir peso de manera saludable.
Avellanas
Avellanas
Son originarias de China, pero encontraron en el Mediterráneo un lugar ideal para su consumo y producción. De sabor dulce, están cubiertas por una cáscara fibrosa que las protege del ambiente.
Utilizadas para múltiples preparaciones, pueden comerse crudas, pero lo habitual es tostarlas antes de utilizarlas porque eleva su sabor. Suelen servirse en tablas de quesos para maridajes o acompañadas de frutas como manzanas y peras.
Además, es perfecta para usar en repostería debido a su sutil dulzor. Al ser rica en antioxidantes como la vitamina E, se recomienda su consumo para mejorar la apariencia de la piel y por sus beneficios en funciones cerebrales.
Castañas
Castañas
De consumo tradicional en países como España, tiene un bajo contenido calórico. Su origen, como la mayoría, se sitúa en el continente asiático. Antiguamente se consumían como un alimento de supervivencia.
Aunque es un fruto seco, sus características hacen que se parezcan más a los cereales, por ello, se recomienda masticarlas adecuadamente por su gran contenido de almidón.
En este caso, es mejor consumirlas asadas o tostadas antes que crudas, utilizándose en repostería, o como guarnición de platos salados. Su poder antioxidante ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Pistachos
Pistachos
De color característico, son originarios de Oriente Medio y Asia menor. El consumo de pistachos fue privilegiado en sus inicios, llegando a considerarse como un alimento de la realeza en ciertos lugares. El pistacho, que se produce a partir del árbol pistachero, es un fruto cuyo consumo resulta incluso entretenido, ya que hay que retirar la cáscara antes de comerlos.
Es uno de los frutos secos con menor contenido calórico y suele comercializarse con un toque ligero de sal, convirtiéndose en un snack perfecto. Además, puede utilizarse para elaborar helados y tartas.
Su contenido de antioxidantes y vitaminas es mayor que el de otros frutos, y sus propiedades se asocian con la reducción del estrés. Se puede consumir como almuerzo o merienda.
En definitiva, el consumo y valoración de los frutos secos han ido aumentando gradualmente por sus múltiples cualidades, llegando a convertirse en un alimento muy apreciado por sus beneficios y que incluso forma parte de las tendencias gastronómicas anuales.
REBECA FLORES
Fuente: The Gourmet Journal
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