Gracias al aumento del delivery, la demanda de alimentos a través de apps se ha incrementado notablemente
Una dark kitchen es un establecimiento que enfoca su producción de alimentos y bebidas a las entregas a domicilio. Carece de todos los elementos de una sala, camareros, sillas, mesas, mantel, cristalería o cubiertos, teniendo un mínimo contacto físico con el consumidor más allá del repartidor, quién será el encargado de entregarle su pedido.
Uno de los productos más solicitados a través de internet es la comida. En España, las plataformas de delivery preferidas son Telepizza (49%), seguida de Just Eat (48%), según Statista Global Consumer Survey.
En Estados Unidos, Uber Eats es la favorita, seguida de Door Dash, su competidor más cercano. En Latinoamérica, la principal es Rappi, fundada en Colombia, aunque Uber Eats y Didi Food, son otras de las aplicaciones más utilizadas. El producto estrella, el más pedido por internet, es la emblemática hamburguesa, acompañada de patatas fritas y refrescos.
Gracias al incremento de pedidos a domicilio utilizando este servicio, las dark kitchen son una realidad. Solo se debe preparar la comida y enviar. Las primeras dark kitchen abrieron en Reino Unido y Singapur, después se expandieron a más continentes y países. También son conocidas como “cocina fantasma”, preparan toda clase de alimentos, e incluso hay sistemas donde varias empresas producen en la misma cocina, actividad comúnmente conocida como “coworking”.
Producir comida de esta manera, tiene múltiples ventajas. Una de las más importantes es que presenta un beneficio a startups o pequeños emprendedores que desean abrir un restaurante, pero los recursos financieros son insuficientes. Una dark kitchen, al no contar con las características propias de un restaurante, permite tener una inversión inicial menor.
También sirve para dar a conocer un producto o marca, sin una implicación de gastos mayores. Al carecer de contacto físico con los clientes, ofrecer un producto de calidad debe ser la prioridad. Además, el único contacto se da en la entrega, por ello, realizarla de manera rápida y efectiva es esencial para estos modelos de negocio.
Deben ser entregas excepcionales. Aunque la inversión es menor, un gasto mayor en el uso de tecnología y apps de entrega a domicilio es indispensable, porque estos dos elementos garantizaran el éxito a una dark kitchen.
La ubicación es fundamental. Aunque no haya afluencia de clientes, debe posicionarse en un punto céntrico que permita realizar las entregas con facilidad. El resto de las actividades se desarrolla con normalidad, sin comprometer la calidad. Puede informarse o no al cliente del proceso realizado. Algunas dark kitchen lo hacen, para ganar confianza y fidelidad del consumidor.
No solo son una gran opción para nuevos emprendedores, también para grandes cadenas que se ven saturadas de pedidos vía internet o in-situ. Una dark kitchen permite producir alimentos a un menor coste sin comprometer la calidad.
Su éxito ha sido tal que comienzan a surgir corporaciones con el único fin de proveer espacios destinados a utilizarse como cocinas fantasmas. No hay un modelo estándar a seguir, permite innovar, sobre todo en la cadena de producción. Puede llegar a convertirse en un sistema permanente gracias a sus beneficios y no ser solo una tendencia.
Rebeca Flores
Fuente: The Gourmet Journal
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