Elegir un vino requiere hacerse varias preguntas como la ocasión en la que se beberá. (Foto: Shutterstock). |
Para estar seguro de que te llevas la botella correcta, una experta nos dice algunos aspectos a considerar para elegir un vino.
Antes de llegar a esa relajante copa que se saborea lentamente, el vino recorre un mar de indecisiones en supermercados o tiendas especializadas, donde las cavas pueden ser tan amplias que parecen interminables, botella tras botella de sabores, aromas y notas.
Los hay de todos los precios, en una tienda puedes encontrar opciones desde 50 pesos e incluso otras que se derraman de tu presupuesto a más de 150 mil pesos.
Esa “copita de vez en cuando” encuentra siempre una ocasión y un momento y el precio no siempre es el mejor indicador, así que elegir lo más caro o lo más barato podría ser uno de los errores más comunes al comprar.
Claves para elegir un vino
En entrevista, la sommelier Gabriela Petriz nos cuenta que al estar frente a un anaquel hay algunas preguntas a considerar para estar seguros de que nos estamos llevando la mejor opción.
¿Cuál es la ocasión?
“La ocasión lo hace todo”, dice la especialista de Viñedos La Redonda, “va a definir qué tipo de vino vas a beber”.
En esta manera, no es lo mismo comprar una bebida para una reunión casual con amigos que para una cena formal. Por ejemplo, supongamos que tenemos estas situaciones:
- Cena de negocios: quizá lo que se busca es impactar desde el primer momento, por lo cual podría ser indicado un vino con barrica, más elevado en costo, en especial si los invitados son personas conocedoras del rubro que acostumbran tomarlo con frecuencia.
- Cena romántica: “ahí habla de otra cosa, habla de que tú escuches, sepas los gustos de la persona con quien vas a compartir”, comenta la experta.
- Reunión casual: si se trata de una reunión en una terraza, solo para charlar, posiblemente se antoje un un vino ligero y fresco.
Aunado a ello, Petriz agrega que siempre es importante considerar ¿con quién lo compartes? Si son bebedores asiduos o paladares nuevos en el consumo de vino, pues si es el segundo caso, hay varias opciones para que tengan una introducción más amable a la bebida, en lugar de sabores complejos y potentes en boca.
¿Cuál es tu presupuesto?
“El precio te puede ayudar a segmentar”, explica la sommelier, ya que si tu presupuesto es de 500 pesos y buscas vino para una reunión con 10 personas, de entrada sabes que vas a necesitar al menos dos botellas, por lo que ahí ya se marca tu rango.
En este tema, también hay que considerar el rendimiento por botella:
- 750 mililitros: esta es la más frecuente y alcanza para alrededor de cinco copas.
- 375 mililitros: es una opción si es para una o dos personas que además no beben tanto, su ventaja es que puedes elegir un vino de mejor calidad a buen costo.
- 1.5 litros: este tamaño es ideal para reuniones grandes, pues así no se hacen tantos descorches.
Ahora, si vas a regalar un vino lo que se recomienda es que sea de más de 400 pesos; mientras que si se obsequia en una reunión se sugiere llevar tres botellas: una especial para el anfitrión y dos para la fiesta.
También ten en cuenta para qué se va a usar, ya que si es para mezclarlo en un clericot, tinto de verano o bebida similar, con uno de menos de 300 pesos es suficiente.
¿Calor o frío?
El clima de la región en la que estás es otro factor importante, al igual que sucede con la comida: “¿qué se antoja cuando hace calor o frío?”, dice Petriz, “dependiendo de la temperatura ambiental dices qué se te antoja... Hay que tomar el vino en función del tiempo”.
Así, no es lo mismo tomar un vino en la playa que en una noche de invierno; por ello, la sommelier recomienda tomar en cuenta:Calor: en estas condiciones hay un mayor consumo de vinos blancos, rosados, espumosos, tintos jóvenes a los cuales se baja más la temperatura para su consumo (14 o 15 grados).
Frío: este tiempo se presta más a ocasiones de vinos con barrica, con crianza, para percibir aromas más profundos en la copa; “si hace mucho calor se va a elevar mucho la temperatura en copa y no vas a poder apreciarlo; si está más frío el tiempo, permite que te des ese espacio al vino, que se pueda ir expresando poco a poco en la copa”.
“El vino decimos que está vivo, tiene el poder de ir evolucionando en la copa conforme va pasando el tiempo”, explica la especialista, lo cual se puede percibir si tomas el vino inmediatamente o unos minutos después, cuando quizá lo encuentras más cálido, con más cuerpo.
¿Va a haber comida?
La especialista detalla que es distinto elegir un vino para ir a jugar dominó o cartas, donde habrá botanas y tapas, a una situación de cena de tres o cuatro tiempos.Si no hay comida: si es algo más informal, Petriz recomienda un vino más fácil de beber, que no necesite decantador, copa especial y demás.
Si hay comida: “Si sabes que va a haber un plato fuerte y postre, hay pensar en un vino que maride con el plato y vaya al postre”. Por ejemplo, hay vinos tintos que van bien con postres de chocolate, de fresas, para que puedas agrandarlo un poco más y sea más versátil; o bien, quizá la misma botella combina una paella valenciana con un pay de limón.
Además de todas estas recomendaciones, Gabriela Petriz destaca que siempre hay que buscar información sobre lo que se compra, hacerlo asesorados, hay algunos portales de viñedos donde se dan sugerencias, por ejemplo, La Redonda cuenta con un chat donde atienden preguntas particulares respecto a la bebida.
Nayeli Reyes Castro
Fuente: El Financiero
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