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Esta bebida es actualmente una de las más solicitadas en las cafeterías gracias a su delicioso sabor y alta concentración en vitaminas naturales
Durante las formaciones es habitual que me pregunten cómo se hace el matcha latte, y aunque alguna vez ya os he comentado sobre ello, hoy lo volveremos a abordar debido a la alta demanda que está teniendo este tipo de bebidas actualmente en muchas cafeterías.
Un matcha latte consiste en polvo de matcha (hojas finamente molidas de la camellia sinensis), mezclado con agua y leche.
¿Cómo se prepara? Primero, se mezclan media cucharadita de matcha con agua para formar una pasta. Luego, se añade leche texturizada, como en un latte normal, permitiendo a los baristas crear latte art en la bebida. Efectivamente, la «pasta» de matcha altamente concentrada se utiliza en lugar del espresso, pero, los demás ingredientes son los mismos.
Para preparar el matcha latte en casa en una porción individual hará falta:
- 5 gr de polvo de matcha
- 15 ml de agua a 80 grados
- 150 ml de leche (o bebida vegetal)
Para endulzar se puede utilizar miel, sirope de agave o sirope de vainilla.
Para batir es recomendable un batidor de bambú.
Mezclamos en un cuenco o vaso el matcha con el agua y batimos con el batidor hasta obtener una mezcla homogénea sin grumitos. Aquí, si deseamos una bebida caliente, puede mezclarse la leche caliente con el sirope y añadir al vaso. Si por el contrario se desea una bebida fría, se puede añadir leche fría con el sirope mezclarlo en el vaso o añadir hielo posteriormente a la preparación. Si se desea una bebida fría más cremosa se podría batir en una coctelera o en una licuadora. Cualquiera sea la forma que se consuma es una de las bebidas más deliciosas y un concentrado de vitaminas natural.
El té matcha debe conservarse en nevera y nunca guardarlo en envase de cristal transparente ya que la luz acelera su oxidación.
Fuente: Diario Sur
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