¿Cómo guardar un queso?. Foto: Internet |
Evita que el queso se llene de moho, siguiendo estos útiles consejos de conservación
¿Acabas de volver de un fin de semana en algún pueblito mágico y te has divertido en el mercado trayendo mucho queso? ¡Qué pena debe ser que tirarlo a la basura porque está lleno de moho! Si aún no está demasiado atacado, puedes quitarle la capa y probar el resto transformándolo en una salsa, pero si llegas demasiado tarde, solo puede terminar en la basura. Entonces, para evitar desperdicios, ¡aprendamos a almacenar bien nuestros quesos!
¿Cómo se almacena el queso para que no llene de moho?
Hay un truco increíble pero súper práctico para almacenar el queso sobrante. Sería suficiente cubrir los quesos semiduros con un poco de mantequilla para ayudarlos a mantenerse frescos. ¿Cómo? Cada vez que uses un trozo pequeño, cubre la parte rebanada con mantequilla, luego envuelve el queso en una película plástica y colócalo en el refrigerador. Es bastante sencillo, ¿no?
Para almacenar queso rallado, toma un pedazo de pan para absorber la humedad. Ponlo en la bolsa y ciérralo bien, luego guárdalo en el refrigerador. Cambia el pan regularmente para mantener la técnica funcionando.
¿Cómo almacenar queso en casa?
Al igual que los aguacates y los plátanos, que deben estar alejados del aire, el queso debe almacenarse en un ambiente hermético. Si se deja en contacto con el aire y la humedad, se secará y se enmohecerá. Por tanto, es necesario conservar los quesos en su embalaje original. Ten en cuenta que deben almacenarse en el compartimiento de verduras del refrigerador.
Para quesos duros (emmental, parmesano, comté, etc.), semiduros (raclette, etc.) y firmes (gouda, etc.), opta por el papel antigrasa (también dado con embutidos). Para los que llevan un queso semiduro, las cajas de plástico o el papel encerado son ideales y para los quesos blandos (queso de cabra), el papel antigrasa. Los quesos frescos como mascarpone, feta y ricotta son más seguros en su empaque original. Sin embargo, si planea consumir el queso dentro de las 24 horas, puedes almacenarlo en un espacio fresco (10-15°C), protegido de la luz y el calor.
Finalmente, es posible congelar los quesos para darles una vida útil mucho más larga. Este método de conservación se presta a quesos firmes y semifirmes, siempre que se envuelvan en pergamino o papel encerado y luego se deslicen en una bolsa para congelar.
Fuente: Todo para Ellas
Valeria Gutiérrez Aranda
Vía: Todo para ellas
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