DOCA RIOJA |
El topicazo asegura, con un cierto aroma rancio, que los vinos blancos y rosados son solo para mujeres. Como tú no eres así, tienes la suerte de poder disfrutar de todo lo que te vamos a contar en unas pocas líneas sobre los blancos y los rosados de Rioja.
Te vamos a decir algo que igual hace que te explote la cabeza: los vinos, amigo, no tienen género. Si, por suerte, a ti te parece una obviedad, tú ya estás en el grupo de humanos (varones) genéticamente avanzados que es capaz de disfrutar de un vino blanco, o rosado, en cualquier momento. Has superado el estigma de que el blanco es para las chicas y que los hombres de pelo en pecho solo beben tintos con cuerpo.
Los blancos de Rioja son perfectos para disfrutar con tus amigos en todas las ocasiones.
En realidad la elección del vino solo depende, simplificando un poquito, de nuestros gustos, de lo que nos apetezca en cada momento y, por supuesto, de lo que tengamos en la mesa. Si no lo has pensado nunca, los blancos de Rioja (sí, sí, la tierra del tinto) son perfectos para diferentes ocasiones y para maridar con bocados tan diferentes como las pastas, arroces, pescados, quesos y algunas carnes blancas.
Un rosado de Rioja combina a la perfección con un poke de inspiración asiática. DOCA RIOJA |
Elegancia en blanco
Los vinos blancos de Rioja te van a hacer ganar muchos puntos en las próximas reuniones. Salte del carril y aparece en ellas con unos vinos perfectos para disfrutar con tus amigos en todas las ocasiones. Lo mismo da que hayáis quedado para apurar los últimos rayos de sol en una barbacoa al aire libre o que os sentéis a charlar con calma sobre las series de moda.
¿Cómo te quedas si te pedimos que la próxima vez que hagas un plato árabe lo acompañes con un rosado?
La elegancia y la personalidad de estos vinos sorprenderán a la hora de, por ejemplo, maridarlos con unos buenos quesos. La tradición asegura que el queso es territorio exclusivo del tinto, pero un blanco joven y afrutado hará que disfrutéis más aún de ese queso fresco ligeramente ácido. Si, por el contrario, en vuestra mesa hay un surtido de aguerridos quesos curados, un blanco fermentado en barrica, o con largo envejecimiento, ligará a la perfección con ellos.
Prueba el ceviche peruano con un blanco de Rioja. DOCA RIOJA |
Podríamos hablar en términos similares sobre los vinos rosados y los espumosos. Estos últimos, por fin, han salido de su confinamiento forzado de los brindis tras el postre para presentarse con todos los honores en cualquier momento de la comida. Sólo hay que encontrar el espumoso adecuado para aquello que haya en la mesa.
Parejas que no te esperas
La versatilidad gastronómica de los vinos de Rioja los hace capaces de acompañar todo tipo de platos. Y cuando hablamos de “todo tipo” nos referimos, incluso, a especialidades de cualquier nacionalidad. Entendemos que no se te haya ocurrido jamás pero atrévete a probar variedades únicas que acompañan con excelencia platos de cocinas tan alejadas de los viñedos de Rioja como la italiana o, más lejos aún, la peruana.
Te dejamos algunas sugerencias básicas para que empieces con buen pie tu nueva andadura por las bodegas de Rioja.
Para las ostras, mariscos y pescados blancos delicados, nada mejor que un blanco joven. También ayudan a aligerar las salsas cremosas de las pastas o, por qué no, infinidad de platos cuya base sea la verdura.
Sabores algo más fuertes, como los de las carnes de cerdo, pollo o conejo se van a llevar estupendamente con blancos con crianza. Su delicadeza y equilibrio alcanzan también para ir de la mano con pescados blancos de carne firme como el rape o el rodaballo. Si te atreves con la langosta o unas vieiras verás que hacen muy buenas migas. Ya hemos hablado de los blancos y los quesos, pero no te hemos dicho todavía que los blancos de más edad, los más complejos, te harán disfrutar todavía más de los platos con setas.
No existe un único vino para maridar con cada comida. Ábrete a probar combinaciones nuevas. DOCA RIOJA |
¡Ay, los rosados! Si los blancos han cargado siempre con estigmas, qué decir de ellos. “Fresquito”, “ligerito”, “para el verano” … ¡basta! ¿Cómo te quedas si te pedimos que la próxima vez que hagas un plato árabe lo acompañes con un rosado de Rioja? ¿Y un wok o un sashimi? Pues te lo pedimos. Y si lo haces, por favor, escríbenos y nos cuentas el resultado. Sin ir tan lejos, esos productos tan difíciles de maridar como los espárragos o las alcachofas también tienen un buen amigo en los rosados de Rioja. Deja atrás los prejuicios y atrévete con lo desconocido (que siempre has tenido al lado).
Este artículo no puede terminar sin unas sugerencias para los espumosos de calidad que da la DOCA Rioja. Un espumoso es un vino tan capaz como cualquier otro de participar a lo largo de toda la comida: aperitivos, entrantes, dulces, mariscos o ensaladas, tal vez, sean sus compañeros preferidos, pero nunca es un mal momento para probar cosas nuevas.
Así que durante la comida, la sobremesa o a la hora de brindar, huye de los tópicos y descubre esos vinos arrinconados, los vinos “de mujeres”. Estamos seguros de que desde que descorches la primera botella de Rioja no van a dejar de darte alegrías.
Fuente: Esquire
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